El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó hoy a la acción urgente en la lucha contra el cambio climático, pidió a los países desarrollados que eleven sus contribuciones financieras en ese ámbito y mencionó la necesidad de “movilizar al sector privado” para que opere una “transformación energética”.
En su discurso en la inauguración del tramo político de la Cumbre del Clima de Bonn (COP23), Guterres subrayó que los efectos del calentamiento global ya son perceptibles y pidió “ambición” para conseguir lo firmado en el Acuerdo de París de 2015.
Según los cálculos de la ONU, las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero deben reducirse en “al menos un 25 por ciento” para 2020 si la comunidad internacional aspira, como se pactó en París, a que las temperaturas medias globales no suban más de dos grados centígrados con respecto a niveles preindustriales.
La “ventana de oportunidad” para lograr esta meta se cerrará en un máximo de 20 años, advirtió el secretario general de Naciones Unidas. Guterres apeló a las economías industrializadas a “traer a la vida completamente” el Fondo Verde para el Clima, un instrumento financiero que debe estar dotado de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020 para que las economías en vías de desarrollo puedan cooperar para reducir los efectos del calentamiento global.
“Necesitamos movilizar los 100.000 millones de dólares anuales acordados para los países en vías de desarrollo”, aseguró sobre un mecanismo con problemas, especialmente tras el abandono de Estados Unidos del Acuerdo de París, y que las economías en vías en desarrollo reclaman con urgencia.
El secretario general de la ONU también afirmó que “la única forma” de cumplir con el Acuerdo de París y no permitir que las temperaturas medias globales se eleven más de dos grados centígrados es “movilizar al sector privado” para que opere una “transformación energética”. “Necesitamos incluir a los gigantes tecnológicos globales, al sector petrolero y gasista y a la industria automovilística para que sus planes de negocio vayan en la línea de los objetivos de París”, afirmó.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a la Unión Europea que supla la financiación que Estados Unidos ha retirado al panel intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés) para garantizar sus informes científicos.
"Los países ricos hemos participado en el #cambioclimático. Ahora somos responsables en la transición hacia las energías limpias" @EmmanuelMacron, presidente de Francia, #COP23 pic.twitter.com/mxE4BD1ePd
— ONU Cambio Climático (@CMNUCC) November 15, 2017
El IPCC, que constituye el máximo órgano de la ciencia de cambio climático creado por Naciones Unidas en 1988 para recopilar la mejor información disponible sobre el tema, “está amenazado porque Estados Unidos le ha quitado la financiación”, apuntó Macron.
En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, reconoció hoy lo difícil que resulta reducir las emisiones contaminantes e instó a la comunidad internacional a trabajar con “seriedad”, “confianza” y “fiabilidad” en la implementación del Acuerdo de París para combatir el cambio climático.
"Alemania podrá exportar energía limpia a todo el mundo, y está lista para apoyar a los países en desarrollo para que pasen al verde. Alemania pretende doblar la #financiaciónclimática para 2020", canciller alemana, Angela Merkel. #COP23 pic.twitter.com/8HyiQi74lx
— ONU Cambio Climático (@CMNUCC) November 15, 2017
Merkel explicó ante representantes de unos 200 países, incluidos presidentes, primeros ministros y decenas de funcionarios, que para Alemania tampoco es fácil cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones (un 40 por ciento menos con respecto a 1990 para 2020) por motivos económicos, políticos y sociales. En la ecuación hay también “cuestiones sociales” y “puestos de trabajo”, además de la necesidad de mantener la electricidad a unos precios “pagables”, dijo Merkel.
Por último, la canciller celebró que una “gran parte” de Estados Unidos siga comprometida con el Acuerdo de París y no haya atendido el anuncio de su presidente, Donald Trump, de salirse de este pacto global para combatir el cambio climático.