El carismático Buttigieg pide un relevo generacional para derrotar a Trump en 2020

El carismático alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, formalizó anoche su carrera por la candidatura demócrata a la Casa Blanca con un discurso en el que reivindicó la necesidad de un relevo generacional para derrotar al presidente Donald Trump.

Buttigieg, de 37 años, ha generado enorme expectativa entre los votantes debido a su atípico perfil: es joven, homosexual, progresista, hijo de inmigrantes, veterano en la guerra de Afganistán, formado en Harvard y Oxford, y además toca el piano y habla siete idiomas, entre ellos español.
“El momento que vivimos exige voces esperanzadoras y audaces de comunidades como la nuestra. Y sí, exige una nueva generación de liderazgo”, aseguró Buttigieg en su acto formal de presentación de campaña.
Si llegara al poder, Buttigieg no solo sería el primer presidente de Estados Unidos que admite su condición gay, sino también el más joven; todo un contraste con Trump, que en 2017 se convirtió, con 70 años, en el mandatario de más edad en asumir el cargo en la historia del país.
Muchos le llaman “Alcalde Pete” debido a su complicado apellido, pero él ha minimizado esa dificultado y en cuanto puede enseña a pronunciarlo: se dice “Boot-edge-edge”, indica su perfil de Twitter.
Buttigieg pidió creer en “una nueva primavera estadounidense” en su alocución, en la que relató sus retos personales y la diferencia que marcó en su vida la legalización del matrimonio homosexual en 2015, que le permitió casarse con su actual esposo, Chasten, citó la agencia de noticias EFE.
“Las fuerzas que están cambiando nuestro país son tectónicas, y ayudan a explicar qué hizo esta Presidencia posible. Por eso, esta vez no estamos hablando de ganar unas elecciones, sino de ganar una era”, subrayó.
El carismático alcalde deberá enfrentarse a otros 17 aspirantes en las primarias demócratas, pero ha recaudado más de 7 millones de dólares en el primer trimestre de 2019 y se sitúa en tercer lugar en algunas encuestas en Iowa y Nuevo Hampshire, los dos primeros estados en votar.
También se enfrentó con el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, procedente también de Indiana y conocido por su oposición a muchas políticas a favor de los homosexuales y transexuales, que justifica por su cristianismo.
Buttigieg alertó a Pence que cuando se mete con su sexualidad, lo está haciendo también con su “creador”, en referencia a Dios, algo que el vicepresidente definió como un “ataque” a su “fe cristiana”.