El científico chino que anunció la primera edición genética en bebés se mostró “orgulloso”

He Jiankui defendió su experimentación y afirmó que hay al menos un nuevo embarazo en curso en el cual también habría aplicado la técnica

El científico chino He Jiankui defendió hoy la efectividad de su experimento, con el que asegura haber creado los primeros bebés genéticamente modificados del mundo para que sean resistentes a ciertas infecciones, como el VIH.

Su declaración se produjo durante la segunda Cumbre Internacional sobre la Edición del Genoma Humano, que se está celebrando en la Universidad de Hong Kong. Jiankui aseguró que experimentó con siete parejas en la que uno de sus miembros estaba infectado con VIH y afirmó que hay un nuevo embarazo en curso en el que también procedió a realizar la edición genética a través de la herramienta CRISPR.

“Estoy orgulloso de lo que he hecho. Si los pacientes lo necesitan y tenemos la tecnología, debemos ayudarlos”, afirmó He, ante un auditorio al que se le advirtió que mantenga la calma, caso contrario se cancelaría la exposición.

He explicó cómo llevó adelante el procedimiento, por el cual inactivó el gen CCR5 para que las gemelas no adquieran el VIH. El científico chino sostuvo que está “en contra de la manipulación genética para mejorar” y que su meta pasa solo por “curar” y no hacer bebés de diseño.

La polémica continúa: la comunidad científica, en todo el mundo, salió a criticar a He por su “irresponsabilidad” de haber llevado adelante un experimento sin suficiente seguridad ni conocimiento sobre sus consecuencias a futuro.

Otros, en cambio, dudan del anuncio y tienen sus argumentos: hasta el momento, el procedimiento no fue revisado por pares (como suele suceder ante cualquier hallazgo o estudio) y, encima, tanto a la universidad a la que pertenece He como el hospital Harmonicare de Shenzhen -adonde habrían nacido las gemelas- se desligaron de la tarea del genetista.

Aunque no sea cierto el paso que He afirma haber dado, la gran polémica deja al descubierto que en torno a la investigación científica hay un déficit de regulaciones y controles efectivos acerca de las experimentaciones y aplicaciones de las tecnologías.

(Con información de SINC)