A partir del Sábado 9 de septiembre, a las 22 hs. se podrá ver en la pantalla grande del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) la película “Toublanc”, basada en la obra y técnica del escritor santafesino Juan José Saer.
Bajo la dirección de Iván Fund (“El asombro” – 2014; “Me perdí hace una semana” – 2012) el film narra cinematográficamente, lo que el escritor hacía muy bien de manera escrita: historias que si bien poseían principio y final, estaban dotadas de un carácter laberíntico y entramado, cuyo desarrollo proponían al lector un ejercicio de atención y astucia, dejando la comodidad del relato recto de lado.
Rodada en las ciudades de Santa Fe, París y Rennes, y con las actuaciones de Nicolás Azalbert, Maricel Álvarez, Diego Vegezzi y Brahim Fritah, el largometraje trabaja la vida del autor en tres historias: Un policía que vuelve a su pueblo para investigar un asesinato; una profesora se queja de un caballo que han dejado abandonado; un asesinato ocurrido en el pueblo, cuyo único testigo -el caballo- ha desaparecido.
“Toublanc” es el apellido de uno de los personajes: Philippe Toublanc, un policía de la Brigada de Homicidios de París que vuelve a su pueblo para investigar el caso de un joven obrero asesinado en un baldío. Es alrededor de la historia de Philippe que despuntan las otras dos: una profesora de francés en constante flirteo con uno de sus alumnos, y un caballo abandonado en las inmediaciones del baldío donde se produce el asesinato.
A su vez, es interesante destacar que “Toublanc” no es la adaptación de ningún libro del escritor. La película, como los relatos de Saer, tiene justamente este condimento intrincado en donde prima la duda sobre la certeza, sobre qué es ficción, qué es inspiración, qué es creación.
El único elemento estrictamente “saeriano” es un viejo ejemplar del libro “Cicatrices” que aparece en las dos historias que se articulan en el filme. El detective lee ese libro; el joven que siente atracción por su profesora de francés, también. Es el único signo común entre las investigaciones.
Hay que destacar que no es un film que tenga elementos persecutorios o violentos del tipo tiroteos, o efectos especiales, aunque sí utiliza recursos que ayudan al soporte fílmico a mantener el aire de tensión y suspenso, por ejemplo al poder tener la capacidad de dividir la pantalla en dos, permitiéndole al espectador contemplar escenas de manera simultánea, y que quizá sea lo que el director introduce como novedad a la hora de desarrollar el relato. Una mezcla entre homenaje y experimentación.
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