El descargo de Woody Allen en sus memorias: “Jamás puse un dedo sobre Dylan”

La autobiografía del director fue traducida al español; en su libro, no esquiva la denuncia por presunto abuso sexual a hija adoptiva, Dylan.

Después de muchas ideas y vueltas, Woody Allen pudo publicar finalmente su autobiografía, titulada A propósito de nada  y esta hoy llegó a España, con traducción al castellano por Alianza editorial.

En su libro, Allen hace un exhaustivo repaso a su vida y no esquiva la polémica que desde hace años lo envuelve con su ex mujer, la actriz Mia Farrow. También aborda la creencia acerca de sus inclinaciones por mujeres más jóvenes que él.

“Mucho se ha hablado en la prensa sobre la idea de que he gravitado hacia chicas jóvenes, pero realmente no es así”, dice el director, de 84 años. Y luego agrega: “A una mujer joven le pedí que se casara conmigo y su nombre es Soon-Yi (…), y eso tiene una historia (Y espero que esa no sea la razón por la que has comprado el libro)”.

Allen también contra ataca a Farrow, quien lo denunció por el presunto abuso de su hija adoptiva, Dylan Farrow. “A Mia le gustaba adoptar y lo hacía con entusiasmo, como quien compra un juguete nuevo. Le gustaba la reputación de santa, la admiración publicitaria, pero no le gustaba criar a los niños y en realidad no los cuidaba”, señala el cineasta sobre los menores a los que adoptó Farrow, un total de 10, algunos de ellos con discapacidades.

“No es de extrañar que dos de sus hijos adoptados se suicidaran. Un tercero lo contempló, y una hija encantadora que lo pasó mal al ser diagnosticada con VIH fue abandonada por Mia para morir sola de sida en un hospital el día de Navidad”, añadió Allen.

En cuanto a la acusación por abuso sexual contra Dylan, Allen responde: “Jamás puse un dedo sobre Dylan, nunca le hice nada que pudiera malinterpretarse como un abuso; fue una invención total de principio a fin, cada partícula subatómica de ello”.

A pesar de que todas las pericias realziadas sobre el caso dieron negativas, a Allen la justicia le prohibió visitar a Dylan. “Durante un año, tuve sueños de ella regresando a mí, pero cada intento que hice para verla, escribirle, hablar con ella, fue desbaratado”, expresa el director de Annie Hall.Y confiesa: “Hasta el día de hoy, Soon-Yi y yo daríamos la bienvenida a Dylan con los brazos abiertos si quisiera contactar con nosotros (…), pero hasta el momento eso todavía es solo un sueño”.

Allen también se refirió a la reacción de sus colegas y de otros trabajadores de la industria del cine: “Me imaginé un poquito más de apoyo de los compañeros”, escribió el director. En cuanto a su obra, afirma: “Si bien algunas (de mis películas) son entretenidas, ninguna de mis ideas bastaría para establecer una nueva religión”.

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