Los Premios Fénix de Cine Iberoamericano fue cancelado de manera “indefinida”. Así lo informó el martes pasado la asociación Cinema23, que organizaba el festival, con el apoyo del gobierno mexicano.
Después de dos meses de diálogo con la Secretaria de Cultura de México, finalmente esta semana, a través de un comunicado, Cinema23 anunció la cancelación de los reconocimientos “de manera indefinida, mas no definitiva” y por razones “presupuestales” que, indicaron, impiden la realización de la ceremonia de premiación así como los proyectos periféricos alrededor de este evento, como los conversatorios, clases magistrales, encuentros de la industria y la exhibición de películas iberoamericanas recientes.
Si bien ya se conocía que los premios corrían serio riesgo de continuarse, las reuniones entre las partes habían creado una pequeña esperanza de que la situación podría normalizarse. Pero nada de eso sucedió: “La propuesta de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, dista de lo mínimo necesario – en tiempo, forma y recursos por parte del Estado – para complementar los apoyos privados necesarios para la plena organización de los Premios Fénix y sus proyectos periféricos, por lo que se optó por cancelarlos de manera indefinida.” Cinema23 aclaró el Estado mexicano se comprometió a mantener la impresión de una serie de libros sobre cine, un compromiso del año pasado.
Los Premios Fénix fueron creados en 2014, como un reconocimiento anual organizado por Cinema23 y que celebraba el trabajo de los profesionales de la industria del cine hecho en Iberoamérica, y tuvieron una intensa participación de películas y artistas argentinos. Dolores Fonzi, Guillermo Francella, Oscar Martínez y Lorenzo Ferro ganaron respectivamente el premio a la mejor actriz y mejor actor .
En su comunicado, la asociación agregó: “Cinema23 apuesta por que las comunidades de cine, la cultura, las artes y las humanidades prevalezcan más allá de cualquier contexto político y sean reconocidas por su labor e importancia. Además espera que esta administración y las venideras faciliten los apoyos, a través de marcos legales, que posibiliten la existencia de empresas culturales e iniciativas ciudadanas que alimenten la diversidad cultural y que no dependan del Estado mientras complementan labores que éste no puede garantizar en su totalidad. Después de todo una sociedad activa y participativa contribuye de forma más sana al desarrollo de un país.”
El comunicado finaliza con el deseo de que “el proyecto pueda retomarse más adelante y vuelva con el mismo ímpetu y fortaleza con los que surgió hace más de 6 años”.