Reforma tributaria: “Para nada es la década del `90”

El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, dijo que enviará la reforma al Congreso la semana que viene y la defendió sosteniendo que está “pensada para bajar la pobreza en Argentina”.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reveló que espera que el proyecto de reforma tributaria, presentado ayer en conferencia de prensa, sea aprobado antes de que finalice el año por el Parlamento.

“En las próximas dos semanas vamos a estar mandando el proyecto al Congreso y esperamos que se trate lo antes posible. Nos gustaría que antes de fin de año“, indicó Dujovne, en declaraciones a radio Mitre.

El funcionario defendió la reforma, que grava la renta financiera entre 5 y 15 por ciento; elimina el impuesto al cheque en cinco años y el 1,5 por ciento a las transferencias de inmuebles; reduce a cero las alícuotas a los productos electrónicos y baja la de los de vehículos de gama media. También incrementa los gravámenes a las bebidas alcohólicas y azucaradas.

“Argentina tiene muchos impuestos que no existen en otras partes del mundo porque son malos, el impuesto al cheque, Ingresos brutos y contribuciones laborales, que son de las más altas del mundo. La reforma normaliza la estructura tributaria de Argentina, lentamente, para poder ser más competitivos. Esa es la filosofía”, sostuvo Dujovne.

El ministro de Hacienda aseguró que la reforma tributaria planteada “tiene 1,5 puntos de transferencia neta al sector privado”.

Uno de los ítems en los que se apoya es la reducción de contribuciones sociales, para fomentar la toma de empleo.

Se reducen impuestos a la actividad productiva, como el impuesto a las Ganancias, que es para las empresas, pero después se traslada a la gente en más trabajo. Lo que sube en el corto plazo son algunos impuestos que traban el consumo, pero que son regresivos y no impactan en la producción”, explicó Dujovne.

Bajar la alícuota de IVA generaría una pérdida de recursos importante. Hay otros componentes del sistema tributario que son más progresivos y compensan el IVA”, agregó.

El ministro aseguró que hay cuestiones que se conversarán con los gobernadores. El gobierno nacional busca que todas las provincias se sumen a la eliminación de “aduanas internas”, que son los impuestos que se cobran por la radicación de empresas de una provincia en otra.

“Buenos Aires, la Ciudad y Córdoba ya anunciaron que eliminarán estas aduanas internas y esperamos que se sumen el resto de las provincias y que bajen las alícuotas de Ingresos brutos y a los sellos. La idea es que puedan bajar el peso de los impuestos más distorsivos. Una vez que se sancione la ley de responsabilidad fiscal, va a haber fuertes ahorros que van a tener que ser volcados a la reducción de impuestos“, apuntó Dujovne.

Las provincias vitivinícolas empezaron a cuestionar  la suba del impuesto a las cervezas, del 9 por ciento al 17, y al vino, que aumentará del 0 a 9 por ciento.

“Nosotros tenemos nuestras razones, pero eso no quita que podamos conversar. Hay que conversar con todas las cartas sobre la mesa: ¿está bien que la cerveza tenga y el vino, no?“, apuntó.

Reforma previsional:

Uno de los puntos propuestos por el gobierno, que comenzó a generar debate y controversia, es la modificación de la fórmula con que se actualizan las jubilaciones. La gestión de Mauricio Macri propone un ajuste trimestral, en lugar de semestral, y en base a la evolución de la inflación, sujetarla al nivel de salarios y de la recaudación.

“Argentina inventó una fórmula que no guarda relación con lo que se hace en el mundo. Se generó porque la Argentina mentía con la inflación. Nunca se ajusta por la recaudación de la Seguridad Social ya que puede subir o puede bajar”, sostuvo Nicolás Dujovne.

El ministro negó que con el cambio en la fórmula se busque un ahorro de 100.000 millones de pesos. “Vinculamos la reforma a la normalización del sistema fiscal, no del ahorro”, sentenció.

Reducción de aportes patronales:

En una entrevista en radio Con Vos, Nicolás Dujovne indicó que “las contribuciones patronales son muy, muy altas, se sitúan entre 17 y 21 por ciento, prácticamente duplica el promedio internacional“.

“Nos proponemos generar un mínimo no imponible, por debajo del cual no se paguen contribuciones patronales. De ninguna manera esto implica  modificar el tema de jubilaciones en Argentina, simplemente no se va a sostener con este impuesto, que desalienta la contratación de trabajo, especialmente formal”, aseguró.

El ministro negó cualquier similitud con la desregulación y reducción de costos laborales que se aplicó en la gestión de Carlos Menem.

“La reducción de aportes patronales en la década del 90 duró un año. Yo creo que sería muy extraño que, por bajar un impuesto, caiga la demanda del trabajo. En los 90, el desempleo aumentó por otros motivos, esencialmente por un tipo de cambio que estaba sobrevaluado”, explicó el ministro de Hacienda.

Para nada es década del 90, es un programa absolutamente consistente, en donde hemos elegido ser absolutamente cuidadosos y graduales en los desbalances. Es un programa que pone foco en la reducción de la pobreza. Está claro que estamos teniendo un foco totalmente distinto que la Argentina del pasado. Siento que estamos en un programa que va disminuir dramáticamente la pobreza“, concluyó.