El gobierno logró convertir en ley el paquete económico

Cuatro días antes de que termine el año, el gobierno logró la aprobación definitiva de la reforma tributaria, el Presupuesto 2018 y la prórroga del impuesto al cheque, en sociedad con el bloque de Pichetto.

Con 54 votos a favor y 14 en contra, el oficialismo logró dar sanción definitiva en el Senado a la ley de presupuesto para el año que viene.

La normativa prevé un crecimiento del 3,5 por ciento del PBI, una inflación promedio del 15,7 por ciento y un tipo de cambio de 19,3 pesos por dólar.

Para aprobar el proyecto, Cambiemos contó con el apoyo del bloque Argentina Federal, que conduce el senador del PJ Miguel Ángel Pichetto.

El Frente para la Victoria-PJ, encabezado por la ex presidenta Cristina Fernández, que ayer debutó en su banca de senadora.

Sumaron su rechazo el chaqueño Eduardo Aguilar, el chubutense Mario Pais, la rionegrina Magdalena Odarda, y los puntanos Adolfo Rodrífguez Sá y Eugenia Catalfamo, y el porteño Fernando “Pino” Solanas. Hubo sólo cuatro ausentes: el santacruceño Eduardo Costa, la pampeana Norma Durango, la rionegrina Silvina García Larraburu y el riojano Carlos Menem.

El Presupuesto 2018 prevé llevar del 73 al 76 por ciento la participación del gasto social en el gasto primario. Además, establece una suba del gasto en infraestructura por encima del gasto corriente y muestra una fuerte apuesta a las realización de obras bajo el régimen de Participación Público – Privada (PPP).

Además de la pauta de ingresos y gastos para 2018, el oficialismo logró también convertir en ley la prórroga del llamado “impuesto al cheque” hasta el 31 de diciembre de 2022. Los ingresos que genere ese tributo serán destinados a financiar la ANSeS y compensar de esa manera la eliminación del artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, que, en parte, se destinaba a la caja previsional.

El miembro informante de Cambiemos, encargado de presentar y defender el proyecto elaborado por el Poder Ejecutivo, fue el senador Esteban Bullrich, que también inauguró banca en el recinto.

“El objetivo del Gobierno es erradicar la pobreza. Donde hay pobreza, hay un Estado que mal distribuyó los recursos públicos. Para derrotar la inflación debemos reducir el déficit”, afirmó el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

La encargada de manifestar el posicionamiento del Frente para la Victoria – PJ fue la senadora Anabel Fernández Sagasti, que calificó la discusión sobre el presupuesto para el año que viene de “simulacro de debate” y a los proyectos impulsados por el gobierno de “maratón de ajuste”.

“No hubo debate, porque de debate se entiende cuando se pueden intercambiar opiniones para contribuir a un mejor proyecto, pero esto no sucedió. No se le permitió ni a los propios senadores del oficialismo”, cuestionó.

El senador por San Luis Adolfo Rodríguez Saá consideró “grave” que los proyectos económicos tratados en las últimas dos semanas, en sesiones extraordinarias, fueran tratados en forma “exprés”.

“El gobierno tiene una verborragia para hablar de la República y las instituciones, pero el trámite fue exprés”, apuntó.

En su segunda intervención, tras la cuestión de privilegio planteada en el inicio de la sesión, Cristina Fernández advirtió que los gobernadores suscribieron los acuerdos económicos por “terror” y acusó al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, de haber amenazado a los mandatarios con un eventual fallo de la Corte Suprema de Justicia para actualizar el Fondo del Conurbano en favor de la provincia de Buenos Aires.

Pichetto defendió el proyecto de presupuesto sosteniendo que contó con el apoyo de los gobernadores. “Cuando se sentaron a discutir con el Gobierno nacional, lo hicieron pensando en el interés de sus provincias. Yo no puedo subestimar a los gobernadores, gobiernan con convicción, tratando de defender los intereses y los recursos”, apuntó.

Impuesto al Cheque y reforma tributaria

La prórroga del impuesto a los débitos y créditos se aprobó con 65 votos a favor, dos en contra y la abstención de la senadora del Movimiento Popular Neuquino Lucila Crexell.

Además, el oficialismo consiguió sancionar la llamada “reforma tributaria”, que plantea el objetivo de reducir la presión impositiva en 1,5 puntos del PBI en un plazo de cinco años.

El proyecto logró la aprobación del Senado con 52 votos a favor, 15 en contra y, nuevamente, la abstención de Crexell.

Los votos positivos fueron de Cambiemo y del interbloque Argentina Federal y los negativos del Frente para la Victoria-PJ. También del chaqueño Eduardo Aguilar, los chubutenses Mario Pais y Alfredo Luenzo, la rionegrina Magdalena Odarda, y los puntanos Adolfo Rodrífguez Sá y Eugenia Catalfamo, y el porteño Fernando “Pino” Solanas.

Hubo cuatro ausentes: el santacruceño Eduardo Costa, la pampeana Norma Durango, la rionegrina Silvina García Larraburu y el riojano Carlos Menem.

La iniciativa sancionada promueve una rebaja de impuestos distorsivos, como Ingresos Brutos; grava la renta financiera y modifica gravámenes internos al  tabaco, con una alícuota del 73 por ciento, y los combustibles.

También eleva el impuesto interno a las cervezas, al 14 por ciento para las industriales y al 8 por ciento para las artesanales.

Los vinos quedaron exentos y se mantuvo el 4 por ciento para las gaseosas con jugo de limón y el 8 por ciento para las que no tienen alcohol, con o sin azúcar.

Se eliminan los aportes patronales para 2022 en las remuneraciones brutas de 12 mil pesos. La eliminación será escalonada desde 2018, con 2.400 pesos; continuará en 2019, con 4.800 pesos; en 2020, con 7.200 pesos y en 2021, con 9.600 pesos.

La reforma tributaria también establece una exención del impuesto a las Ganancias para los inversores no residentes, salvo en el caso de Lebacs.

También se establecen incentivos a la reinversión de utilidades, con una reducción del la alícuota del impuesto a las Ganancias de 35 a 25 por ciento y la devolución anticipada de IVA por las inversiones a largo plazo.