El mundo de las letras se despertó con una triste noticia: el fallecimiento de la escritora e ilustradora británica de origen alemán, Judith Kerr, a la edad de 95 años. La noticia fue anunciada por la editorial Harper Collins en sus redes sociales.
“Era una artista con un talento brillante y una narradora que nos ha dejado un extraordinario legado de obras“, afirmó el consejero delegado de la editorial, Charlie Remayne.
Remayne, que no ofreció más detalles del fallecimiento, señaló que Kerr era “muy divertida, amaba la vida y a la gente y le encantaban las fiestas“, consignó la agencia EFE.
La editora ejecutiva de Harper Collins, Ann-Janine Murtagh, también recordó a Kerr. Destacó el “honor y privilegio” de trabajar con la autora, que estuvo en esta editorial más de cincuenta años.
Judith Kerr nació en Berlin en junio de 1923. Obligada a exiliarse del régimen nazista, emigraría con su familia primero a Suiza y finalmente al Reino Unido, país que la acogería durante el resto de su vida. La familia Kerr, de origen judía, escapó poco antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.
El padre de Judith, un periodista, crítico teatral y dramatugo, había sido blanco de numerosas críticas públicas por parte del régimen nacionalsocialista, por lo que decidió huir de Alemania en el año 1933.
La huida de la familia quedó retratada en, quizás el libro más famoso de la autora, “Cuando Hitler robó el conejo rosa”. En esta novela de fuerte carácter autobiográfico, la autora recuerda su experiencia como refugiada en Suiza y el Reino Unido. Esta obra le valió a la autora el Premio Deutscher Jugendliteraturpreis en el año 1974.
De esta experiencia se imbuirían buena parte de sus obras, como “Bombs on Aunt Dainty”, “A Small Person Far Away” y la trilogía “Out of Hitler Time”.
Kerr, comenzó a escribir e ilustrar sus propios libros infantiles cuando sus hijos comenzaron a crecer. Así surgirían “El tigre que vino a tomar el té” y la serie “Mog”.
Leída por generaciones, el mundo de las letras despide con dolor a una gran artista y escritora. ¡Hasta siempre Judith!