Mary Shelley nació un día como hoy hace 222 años en Londres. Su nombre pasó a la historia por ser la mujer creadora de la primera obra de ciencia ficción de la historia: “Frankenstein o el moderno Prometeo”, uno de los clásicos de la literatura universal.
Sus padres, al igual que ella eran gente de letras. Su padre, William Godwin, era filósofo, considerado uno de los más importante precursores del anarquismo. Su madre, Mary Wollstonecraft, quien murió al dar a luz a Mary, era una escritora y filósofa feminista. Su obra “Vindicación de los derechos de la mujer”, publicada en 1792 sentó las bases del feminismo moderno y pronto se expandió por toda Europa.
Así, Shelley crecería en un entorno rodeado de libros. Si situación no cambiaría al casarse, cuando contrajo matrimonio con el poeta Percy Bysshe Shelley.
Mary trabajó incansablemente y codo a codo junto a su marido. Estuvo a cargo de la edición de buena parte de sus obras. En marzo de 1818 “Frankenstein o el moderno Prometeo” vio la luz y cambiaría la historia de la literatura para siempre. Principal exponente de la novela gótica y el primer libro de ciencia ficción de la historia, la obra de Shelley es tanto o más revolucionaria que su propia autora.
La moral científica, el ansia del hombre del descubrimiento y la rivalidad entre la religión y la ciencia son tan sólo alguno de los temas troncales que atraviesan uno de los libros más leídos de la literatura. “Frankenstein” cuenta la historia de un científico, Victor Frankenstein, quien desafía las leyes de la naturaleza y las reglas divinas -y por ello la alusión a Prometeo, el Dios griego que desafió a la divinidad para entregarle el fuego a la humanidad- y crea un monstruo a partir de partes de diferentes cadáveres.
Esta obra ha inspirado un sinfín de películas y nuevas historias y ha colocado a su autora en los anales de la historia de la literatura a nivel mundial.
En una época donde las mujeres para publicar sus creaciones literarias tenían que recurrir a un seudónimo masculino o a firmar como anónimas, Mary Shelley emerge de los confines de la historia gracias a la fuerza de su talento. Creadora de una de las obras más emblemáticas de la historia, en un nuevo aniversario de su nacimiento, no hay mejor excusa que recordar su apasionante figura. Una obra que ha trascendido el tiempo histórico en el cual fuera escrita para aterrizar a principios del siglo XXI con más fuerza y vigencia que nunca.