La Casa de Ana Frank, uno de los centros culturales más populares de Ámsterdam, reabrió hoy sus puertas después de dos años de remodelaciones que incluyeron ampliación de las dependencias y modificación de la entrada y la salida del edificio.
El Anexo Secreto, el lugar en el que se escondieron Ana Frank y su familia, mantiene su carácter auténtico, pero la ampliación permitió agregar material visual donde se incluye un mayor contexto histórico y más información sobre las personas que se escondieron en la antigua fábrica, según destacó la directora del museo, Garance Reus-Deelder.
En ese sentido, explicó que el museo cuenta ahora cronológicamente la historia de la familia Frank y dado que la mayoría de los visitantes son jóvenes se incluyen explicaciones sobre los eventos en la década de 1930 en Alemania, cómo vivió Ámsterdam la Segunda Guerra Mundial y detalles sobre la persecución a los judíos en Holanda y el resto de Europa.
Annelies Marie Frank, conocida como Ana Frank (Fráncfort, 12 de junio de 1929- Baja Sajonia, marzo de 1945), fue una niña alemana con ascendencia judía conocida a través del diario que escribió durante los casi dos años y medio que pasó ocultándose de los nazis en Ámsterdam con su familia y otras cuatro personas.
El único sobreviviente de los ocho refugiados en la llamada “casa de atrás” holandesa fue Otto Frank, padre de Ana. La niña fue enviada al campo de concentración de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y luego al de Bergen-Belsen, donde murió de tifus en marzo de 1945, pocos días antes de que este fuera liberado y unos meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.