El Museo Judío de Buenos Aires extenderá hasta el 15 de mayo la exposición del artista Marcelo Toledo, “La sombra que nunca encontró su dueño. Arquitectura de la ausencia”, que reflexiona sobre los espacios vacíos generados en el trazado urbano a partir de atentados.
“Toledo analiza las imágenes tomadas en escenarios de diferentes ataques y toma el momento de destrucción como herramienta para la creación de una memoria social y arquitectónica de los pueblos vulnerados”, explicaron los organizadores.
El artista recorre así atentados ocurridos en las últimas décadas, desde los de la Amia y la Embajada de Israel en la Argentina, pasando por el de las Torres Gemelas en Estados Unidos y el de la estación Atocha en Madrid, hasta el del estadio Manchester Arena durante un recital de Ariana Grande, en Reino Unido, hace dos años.
“Mi idea en esta muestra fue construir a partir de la destrucción, enfocar en la posibilidad de regenerarnos a partir de un hecho traumático y recrear la subjetividad a partir del arte, transformar un espacio de horror en una obra más grande y espaciosa con la idea de dar a luz una nueva vida”, señaló Toledo.
De esta manera, generó obras que proponen un acercamiento simbólico a esos sucesos, “piezas que transforman la memoria urbana en un nuevo mapa cultural regenerativo, en el marco de una operación alquímica que tiene como objetivo mostrar una problemática global, capaz de sensibilizar y ser exhibida en todo el mundo“, dijo la curadora Liliana Olmeda de Flugelman.