El papa Francisco I recibió hoy en el Vaticano a la cúpula de la Iglesia chilena y le pidió a los obispos que sean “extremadamente delicados y diligentes” para responder a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
En el marco de la crisis que atraviesa por los repetidos casos de pedofilia en el clero, el sumo pontífice instó a la iglesia transandina a “recibir las peticiones y demandas de las víctimas”.
Los obispos definieron el encuentro como “muy fraterno”. La audiencia duró una hora en el Palacio Apostólico y, después, hubo un almuerzo de dos horas, según precisó Fernando Ramos, secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile.
“Fue un encuentro muy fraterno, en el que expusimos nuestro recorrido de lo que pasamos como Iglesia este año, desde la visita del Papa en enero de 2018 hasta ahora, así como cuáles son los compromisos que estamos haciendo”, explicó., en declaraciones a la prensa.
“Nos habló de la importancia de acoger a las víctimas y nos dijo que hay que ser extremadamante delicados y diligentes en recibir sus peticiones y demandas”, reveló el vocero del encuentro.
Además de Ramos, participaron del encuentro con el sumo pontífice el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Santiago Jaime Silva Retamales; el vicepresidente de la institución, René Osvaldo Rebolledo Salinas; el cardenal Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago; y el obispo Juan Ignacio González Errázuriz.
Del 21 al 24 de febrero próximo habrá una cumbre extraordinaria sobre pedofilia, convocada por el Papa en Roma, para los presidentes de todos los episcopados del mundo. “Será un encuentro muy importante para alinear a la Iglesia universal, para enfrentar este flagelo que son los delitos sexuales a menores de edad”, dijo Ramos.
El encuentro entre Francisco I y la cúpula de la iglesia católica de Chile se produjo tras la histórica renuncia de 32 obispos de ese país, en mayo del año pasado. El Papa decidió remover a siete de los 32 y nombró a “administradores apostólicos” en su lugar. “El resto están todos en funciones”, confirmó hoy Ramos.
La crisis de la Iglesia chilena explotó a raíz del caso del sacerdote Fernando Karadima, condenado por abusos, y la red de obispos que habían ayudado a cubrir sus abusos sexuales y a entorpecer la investigación.
Francisco I se vio obligado a cambiar su postura original en defensa del obispo de Osorno, Juan Barros, señalado como uno de los encubridores. Tras varios idas y vueltas, Jorge Bergoglio le aceptó la renuncia en 2018.
Tras la serie de casos de abusos que salieron a la luz en Chile y otros países, el Papa convocó a la cumbre de febrero, en la que participarán más de 100 presidentes de episcopados de todo el mundo, incluido el argentino Oscar Ojea.