El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la economía argentina caerá un 2,6 por ciento este año y 1,6 por ciento en 2019, entre otros datos incluidos en el informe Panorama Económico Mundial difundido hoy en la asamblea anual del organismo multilateral en la isla indonesia de Bali.
La “gran revisión” a la baja en la previsión sobre Argentina refleja la volatilidad en los mercados financieros, las altas tasas de interés reales y una “consolidación fiscal más rápida” acordada por el país con el FMI, apuntó el documento. La previsiones del FMI en materia de inflación para este año son del 31,8 por ciento, por debajo del 40 por ciento al 42 por ciento en el que oscilan los pronósticos de consultoras privadas locales.
Para 2023, el organismo multilateral pronostica un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino del 3,2 por ciento, gracias a una “implementación constante de reformas y el retorno de la confianza”.
“En Argentina, las condiciones financieras globales más ajustadas, junto con un escándalo por corrupción doméstica y la incertidumbre persistente sobre el éxito del plan de estabilización subyacente al programa con el FMI, han contribuido a la volatilidad del mercado financiero”, puntualizó. De este modo, el FMI aludió al impacto que hubo en grandes empresas contratistas por casos de presunta corrupción del anterior Gobierno que investiga la justicia federal.
El anterior informe global, difundido por el organismo en abril pasado, preveía que el PBI argentino crecería este año un 2 por ciento y se iba a expandir en un 3,2 por ciento en 2019. Ese documento había sido publicado poco antes de las corridas cambiarias y del comienzo de un proceso de devaluación del peso frente al dólar con impacto en los indicadores de inflación.
En su nuevo informe, el FMI señala que países “débiles” en su posición externa, como Argentina, se vieron afectados en estos meses por un aumento en las barreras comerciales y una reversión de los flujos de capital hacia las economías emergentes. A estas “condiciones financieras más ajustadas”, el Fondo sumó como factor que ha afectado negativamente la sequía sufrida en la primera parte del año por el país, uno de los mayores productores y exportadores agropecuarios del mundo.
El FMI indicó que, a pesar del fuerte aumento en la tasa de política monetaria aplicada por el Banco Central, el peso “se depreció en más del 40 por ciento en términos reales efectivos entre febrero y mediados de septiembre”. Los precios de las acciones “cayeron aún más” y creció el índice de riesgo país, agregó el documento.
Por otra parte, sostuvo que “en Argentina se espera que la inflación alcance el 31,8 por ciento en 2018, impulsada por la significativa depreciación de la moneda, y permanezca en el mismo nivel (31,7 por ciento) en 2019”.
Por otra parte, señaló que la Argentina necesita un “ajuste fiscal inicial significativo” para poder disminuir la carga de compromisos financieros del Estado nacional y colocar a la deuda pública del país “en una trayectoria firme y descendente”. Además, el FMI dijo que las reformas tendrían que “asegurar que los beneficios de un crecimiento más fuerte y sostenido se extienden a todos los sectores de la sociedad” mediante “el fortalecimiento de la red de seguridad social, incluyendo un rediseño de los programas de asistencia”.
(Con información de Télam)