El Reino Unido estudia suspender todos los viajes internacionales hasta que haya una vacunación masiva

El Gobierno británico teme especialmente la importación de variantes resistentes a las vacunas y analiza implementar un sistema de pasaportes de vacunas.

El ministro de Transporte británico, Grant Shapps, planteó la posibilidad de que se prohiban los viajes internacionales en el Reino Unido pues eso dependerá de que todos los ciudadanos se vacunen, y comentó que el futuro podría haber un “pasaporte sanitario” para que la gente pueda ir de un país a otro con pruebas de haber recibido la inmunización o de haberse realizado un testeo previo.

Al hablar en el programa Breakfast de la BBC, Shapps dijo que viajar el extranjero dependerá de que “todos se vacunen” en el Reino Unido y potencialmente en el extranjero. “Ante la posibilidad de que alguien esté escuchando esta entrevista en esta etapa y esté pensando en reservar unas vacaciones en las circunstancias actuales, tenga en cuenta que no puede hacerlo legalmente en este momento”, agregó.

Shapps sugirió también que el Reino Unido respaldaría un esquema internacional de pasaportes de vacunas para viajar, de acuerdo con lo conversado con funcionarios de otros países. El funcionario acotó que se imagina que en el futuro pueda existir un sistema internacional en el que los países querrán saber si alguien ha sido vacunado o ha tenido testeos antes de volar.

“Estuve hablando con mi homólogo de Singapur y con mi homólogo de EEUU esta semana, y tendremos discusiones sobre ese tema para tener un sistema reconocido internacionalmente”, adelantó.

El Gobierno británico ordenó un endurecimiento de las medidas de control a los viajeros precedentes de países incluidos en la “lista negra”, con altas multas y cárcel a los infractores, en un esfuerzo por frenar la importación de nuevas variantes de coronavirus posiblemente menos sensibles a las vacunas actuales.

El Gobierno británico teme especialmente la importación de variantes resistentes a las vacunas, especialmente después de que un estudio mostrase que la desarrollada por AstraZeneca/Oxford tiene poca eficacia en adultos jóvenes contra las formas leves de Covid-19 provocadas por la mutación sudafricana, que ascendió a 147 casos.

Además, los británicos o residentes legales en el Reino Unido que regresen de un país de la “lista negra”, a quienes no se puede impedir la entrada, tendrán que realizar su cuarentena de 10 días en algún hotel designado por el Gobierno y pagar la factura de 2.400 dólares por persona.

Quienes no cumplan con las normas de pruebas de PCR se arriesgan a una multa de entre 1.300 y 2.700 dólares, mientras que quienes no respeten la cuarentena podrían tener que pagar entre 6.800 y 13.700 dólares.

Hasta el momento, 12,3 millones de habitantes (de los 66 millones que tiene el país) fueron inoculados con una de las dos dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech o AstraZeneca/Oxford y el Gobierno prevé en mayo haber inmunizado a toda la población adulta.

Este miércoles, el príncipe Carlos de 72 años, heredero de la corona británica, y su esposa Camila de 73 años, recibieron su primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, anunció la Casa real.

Ambos forman parte de los cuatro grupos prioritarios -unos 15 millones de personas que incluyen a todos los mayores de 70 años, personal sanitario y enfermos crónicos- que el Gobierno se ha propuesto vacunar antes del próximo lunes.

(Télam)