La CGT y las CTA evaluaron que el quinto paro al gobierno de Mauricio Macri, con huelga de transporte por 24 horas, fue “muy efectivo”, incluso “contundente”, ya que se hizo sentir por la falta de colectivos, trenes y aviones, mientras el Ejecutivo advirtió que produjo una pérdida superior a los 40.000 millones de pesos y lo consideró “inoportuno”.
Los jefes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, en una conferencia de prensa al promediar la jornada, reclamaron que el gobierno que tome “acciones inmediatas” para “frenar la decadencia social, política y económica” y aseguraron que el paro no fue político.
Acuña dijo que la medida de fuerza, en la que también se registraron piquetes de agrupaciones de izquierda en los ingresos a la ciudad de Buenos Aires, “no es político, no es contra nadie” pero reconoció que se decidió la huelga porque “la gente nos estaba pidiendo alguna manera de acción” para enviar un mensaje al gobierno nacional.
Daer aseguró que, además de los sindicatos, “un sector mayoritario del pueblo argentino se sumó a la convocatoria de la CGT para reclamar medidas urgentes de rectificación de las políticas económicas que fueron erosionando la economía”.
A raíz de la medida de fuerza, el Gobierno porteño dispuso que los peajes en las autopistas fueran gratuitos y el estacionamiento habilitado en las avenidas y calles donde está habitualmente prohibido o medido.
El paro afectó el funcionamiento de los servicios de colectivos, trenes, subtes, aviones, barcos y camiones, además de los bancos, escuelas y universidades, la administración pública y la justicia.