El nuevo responsable de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, hizo sus primeros contactos con la prensa fiel al estilo de su jefe, el presidente Donald Trump. Molesto por la información que un periodista había revelado en las redes sociales, el vocero (que comenzará a trabajar oficialmente en agosto) dio sus primeras declaraciones sin privarse de nada, ni siquiera de descalificar a otro funcionario y de incluir comentarios con insultos.
Todo comenzó con la información que publico el periodista de The New Yorker, Ryan Lizza, sobre una cena entre Scaramucci, Trump, su esposa Melania, el conductor de Fox News, Sean Hannity y el ejecutivo de la misma cadena de noticias, Bill Shine.
Parece que esto enfureció a Scaramucci, quien esa misma noche llamó a Lizza para exigirle el nombre de la persona que filtró la información de ese encuentro. Ante la negativa del periodista, al futuro jefe de comunicaciones de la Casa Blanca se le salió la cadena.
Entre muchas cosas, Scaramucci le dijo a Lizza que se quedará sin fuentes a las que consultar. “Lo que voy a hacer es que voy a eliminar a todos los del equipo de comunicación y empezaremos otra vez. Los despediré a todos, y luego no tendrás que proteger a nadie, así que todo el mundo va ser despedido en las próximas dos semanas”, dijo el futuro vocero, según comunicó el periodista.
Muy enojado, Scaramucci también se la agarró con el estratega y consejero presidencial Steve Bannon. “Yo no soy como Steve Bannon. Yo no intento chupármela como él. Ni trato de construir mi propia marca. Estoy aquí para servir al país”, dijo por teléfono el hombre de Trump.
Pero Scaramucci no terminó allí. Completamente fuera de sí, agregó: “Lo que quiero hacer es matar a todos los filtradores y quiero que la agenda del presidente siga para que podamos tener éxito para el pueblo estadounidense”.
Y como nunca pudo obtener el nombre que quería, Scaramucci le apuntó al jefe de gabinete del gobierno, Reince Priebus, a quien culpó por la filtración, y aseguró que el funcionario es “un paranoico esquizofrénico”.
Lizza no perdió la oportunidad y publicó el diálogo que mantuvo con Scaramucci. El próximo vocero de la Casa Blanca, ante la información, argumentó en Twitter: “A veces uso un lenguaje colorido. Me voy a contener, pero no dejaré de luchar apasionadamente por la agenda de Donald Trump”.
Scaramucci debe asumir el 15 de agosto, pero ya dio muestra de cómo puede llegar a ser su gestión.