La 92° edición de los premios Oscar serán un presentador, tal como ocurrió el año pasado, luego de la polémica desatada tras la fallida y polémica designación de Kevin Hart para ese rol.
La decisión tomada por la Academia de Hollywood parece seguir una estrategia cuyo fin es, ni más ni menos, que no volver a perder público, tal como sucedió desde 2014 hasta el año pasado, cuando la tendencia se revirtió -si hace seis años 40,35 millones de personas vieron la ceremonia, en 2018 la audiencia tocó su piso, al ser seguida por 26,5 millones de televidentes. En 2019, cuando no hubo un conductor -algo que no sucedía desde 1989- los números mejoraron un poco para la Academia: la entrega de los premios al final fue vista por 29,6 millones.
De esta forma, la edición 2020 de los Oscar, a realizarse el próximo 9 de febrero en el teatro Dolby en Los Ángeles (EE.UU.), tendrá presentadores por premio, todos cuidadosamente seleccionados, y el show hará foco especialmente en los momentos de espectáculos en vivo, como sucedió en 2019 con la presentación de Lady Gaga y Bradley Cooper, indicó el sitio especializado Deadline.
Según Karen Burke, presidenta de ABC Entertainment, la productora que transmitirá en vivo toda la ceremonia, “la gala tendrá grandes valores de entretenimiento, grandes números musicales, cómicos y star power”. “Esperamos tener un grupo de nominaciones muy comerciales y se han aunado una serie de elementos increíbles que nos hace pensar que una vez más tendremos un ‘show’ muy entretenido”, amplió Burke.
La gala de 2019 no tuvo la figura del “maestro de ceremonia” luego de que la opinión pública se alzara masivamente en contra del humorista Kevin Hart, quien hacía algunos años había publicado en su cuenta de Twitter comentarios homofóbicos. Sin un conductor, el rating acompañó. Ahora la Academia y ABC quieren repetir la fórmula.