El “Sí” a la reducción del Parlamento italiano de 945 a 600 miembros se impuso con comodidad en el referéndum para el que casi 51 millones de personas estaban habilitadas para votar entre ayer y hoy, según las primeras bocas de urna.
Según los datos, divulgados en la cadena Rai al cierre de las mesas, el “Sí” obtendría entre el 60 y el 64%, con lo que se convalida una ley aprobada en 2019 que prevé reducir de 630 a 400 el número de diputados y de 315 a 200 el de senadores.
La ley de octubre de 2019 fue impulsada con insistencia por del Movimiento Cinco Estrellas, uno de los principales partidos de la coalición que sostiene al premier Giuseppe Conte, quien había pedido el voto por el “Sí”.
Según los impulsores de la norma, la reducción de casi un tercio de los parlamentarios supondrá un ahorro de 100 millones de euros al año al Estado, aunque incluso algunos miembros del oficialismo, como el Partido Democrático, dudan de las estimaciones.
Las elecciones de este domingo y lunes, previstas originalmente para el 29 de marzo pero pospuestas por la difusión de la Covid-19, estuvieron marcadas por la batería de medidas para evitar el contagio de coronavirus, como la obligación de usar barbijo y mantener el distanciamiento social en los centros de sufragio.
Desde la oposición, las derechistas Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni también habían manifestado su apoyo al “Sí”, aunque plantearon que la confirmación de la ley no debería traducirse en un éxito de Conte ya que el apoyo fue transversal a las fuerzas políticas.
Más allá de la aprobación del achique del Parlamento, la reducción de los legisladores recién se hará efectiva en marzo de 2023, cuando se dé el vencimiento natural de la actual composición de las Cámaras, o cuando se convoquen nuevas elecciones si los partidos acuerdan llamar a comicios anticipados.
En cualquiera de los dos casos, de todos modos, el Parlamento deberá elaborar una nueva ley electoral para adecuar las secciones electorales al nuevo número de parlamentarios.
(Télam)