Los fuertes enfrentamientos armados entre sicarios y fuerzas de seguridad ocurridos el fin de semana en el norteño estado mexicano de Coahuila dejaron un saldo de 22 muertos y la detención de al menos dos presuntos responsables, informaron este lunes fuentes oficiales.
“En el transcurso de la noche se actualizó (la cifra). Son 16 delincuentes abatidos, 2 civiles y 4 policías del estado. El mismo sábado se rescataron a 4 menores y a 2 cazadores”, dijo en entrevista con una radio local el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme. Además, indicó que en las últimas horas se decomisaron 17 vehículos blindados, 4 de ellos con artillería pesada, además de que se encontraron 18 armas largas y miles de cartuchos.
Con esta cifra actualizada, se confirmó que finalmente los dos ciudadanos estadounidenses que estaban cazando en el rancho La Rosita fueron liberados, tras información en medios locales que apuntaba a que habían fallecido.
El tiroteo ocurrió el sábado e inicialmente se reportó la muerte de 14 personas en un brutal choque entre sicarios y fuerzas de seguridad estatales en el pequeño municipio de Villa Unión, en Coahuila, donde se atacó el palacio municipal dejando la fachada repleta de balazos. Según Riquelme, 15 miembros del grupo de reacción de las fuerzas de seguridad estatales repelieron “a más de 70 sicarios que estaban baleando la presidencia”.
A lo largo del sábado y durante la madrugada del domingo -cuando hubo otro choque armado y se tomaron a varios rehenes- se elevó la cifra hasta estos 22 fallecidos, informó la agencia de noticias EFE. El gobernador estatal dijo que ya no queda ninguna persona desaparecida de las que secuestró el grupo armado, confirmando que dos personas perdieron la vida durante los sucesos.
Riquelme, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), informó también que tras los eventos sucedidos se tiene ya a dos detenidos y defendió la acción “contundente” de las fuerzas de seguridad para demostrar que hay “fortaleza institucional”. “No vamos a permitir el ingreso (del narcotráfico) a nuestra entidad”, remarcó. Riquelme atribuyó la violenta situación al Cártel del Noreste (CDN), los antiguos Zetas, quienes controlan buena parte del noreste del país.
En la conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador tachó de “lamentable” la agresión en Villa Unión. “Suceden estas cosas lamentables, quiero comentar que no había pasado esto en Coahuila. Ya llevaba un tiempo el Gobierno cuidando mucho el tema de seguridad pública”, aseveró. Finalmente, el mandatario alabó la labor del gobernador de Coahuila contra la violencia. “No delega, está pendiente y se puede comprobar con datos de cómo ha bajado la incidencia delictiva en Coahuila”, agregó.
(Télam)