A las 11.41, la Cámara baja inició su tercera sesión especial de la semana y la última del año, para debatir el Presupuesto 2018 y los proyectos fiscales acordados entre el gobierno nacional y 23 gobernadores.
En el comienzo de la sesión, todos los bloques políticos repudiaron los hechos de violencia ocurridos durante el debate parlamentario de la reforma previsional y la agresión sufrida ayer por el diputado nacional de Evolución Radical Martín Lousteau, increpado por manifestantes que rechazaban la reforma al régimen jubilatorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Las manifestaciones se produjeron a través del planteo de cuestiones de privilegio para expresar el repudio a la violencia.
Lousteau fue abordado en la zona del Congreso, cuando se dirigía a una reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
El kirchnerismo y la izquierda reclamaron pronunciamientos más enfáticos sobre el accionar de las fuerzas de seguridad.
Lousteau afirmó que todos los sectores políticos son “responsables” de que “Argentina esté enojada unos contra otros”. “No es algo de los últimos dos años, o de los anteriores 12, sino de las décadas del 80 y del 90”, consideró.
“La violencia debe ser rechazada en todas sus manifestaciones”, sostuvo el presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri. “Necesitamos más que una declaración y dar un mensaje y mostrar una conducta. Aún en el marco plural de las diferencias que existen en la política y con los niveles de tensión que tiene la sociedad, nada justifica que el camino de la violencia va a ser la solución”, agregó.
El diputado de Cambiemos, Eduardo Amadeo, la semana pasada empezó pisando el acelerador a fondo y hoy dio marcha atrás. La semana pasada, después de la represión a la primera protesta contra la reforma previsional, había justificado el ataque con gas pimienta a la diputada kirchnerista Mendoza. “Me parece perfecto, ¿sabés por qué? Mayra Mendoza es una ciudadana que, igual que yo, es diputada porque la votó la gente. Eso no significa que pueda violar la ley”, dijo en un programa de televisión.
Pero Amadeo finalmente se arrepintió de sus dichos. “Hay una frase que me ha marcado en mi vida, que tiene que ver con una frase de Ghandi, y con la historia argentina y del mundo. ‘Lo que se logra con violencia solo se sostiene con violencia’. No quiero que haya más violencia, no quiero ser contradictorio con mis creencias, no quiero contribuir con esa violencia. Por eso me retracto y pido disculpas por mi frase”.
Graciela Camaño, del Frente Renovador, sumó el repudio a las agresiones que recibieron varios periodistas y otros legisladores. “No era necesaria tanta violencia”, sentenció.
Desde el Frente para la Victoria, Daniel Filmus consideró que “no hay distintos tipos de barbarie” y pidió “tolerancia”. El diputado anticipó que solicitará una declaración de repudio de la Cámara contra la agresión a Lousteau, “pero también al resto de diputados agredidos”. Es que, en la jornada del jueves pasado, algunos legisladores de su bloque fueron agredidos y lastimados con gases lacrimógenos de las fuerzas de seguridad.
El diputado de Unidad Ciudadana, Leopoldo Moreau, se sumó al repudio de la violencia, pero advirtió: “hay una violencia estructural”. El legislador y dirigente radical que, el jueves pasado, agredió al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, responsabilizó al canal de noticias TN y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por haber “promovido” los incidentes.
Por su parte, el líder de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner, se lamentó de no haber tenido “nunca” la “suerte de tanta solidaridad” ante un acto de violencia. “Me tocó pasar cacerolazos violentísimos adentro de la quinta de Olivos, ver cómo festejaban la muerte de Néstor (Kirchner), o que en la televisión dudaran de si el hombre estaba en el cajón o no y nunca tuve la suerte de tanta solidaridad”, indicó el diputado, en referencia a Lousteau.
MICHETTI: CAMIÓN HIDRANTE O BALAS DE GOMA
La vicepresidenta Gabriela Michetti también puso su granito de arena al “debate”. En una conferencia organizada por el Rotary Club, Michetti primero se confundió las fuerzas que tiene a su cargo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y luego reclamó más avales para reprimir.
“En la Argentina es muy difícil, en términos culturales, porque en temas de seguridad tenemos una marca enorme con lo militar y las aberraciones que vivimos en la Dictadura. Todavía la represión se ve como una cosa terrible y por eso gran parte de la sociedad se pone del lado del que hace lío”, dijo la vicepresidenta.
Y si bien dijo desconocer los detalles del protocolo de Seguridad, Michetti concluyó: “Si una persona genera semejante nivel de violencia las fuerzas de seguridad actúan sacando a esa gente como la tenga que sacar, si no podés sacarla agarrándola como indica el protocolo de seguridad, inmediatamente pasás al camión hidrante y sino tirás balas de goma no sé si a las piernas o lo que sea que indique el protocolo. No sé cómo pero algo hay que hacer”.
(Con información de Télam)