En la Argentina, entre 14 mil y 18 mil personas viven con esclerosis múltiple, una enfermedad inmunológica crónica. Si bien no se conocen en profundidad las causas que la originan, se presume que, más allá de una predisposición genética, también habría factores ambientales favoreciendo los nuevos casos. Sin embargo, las últimas evidencias resaltan que, más allá del tratamiento farmacológico, la actividad física y la terapia ocupaciones también favorecen la recuperación de quienes se ven afectados por esta patología que afecta cada vez más un mayor número de población.
Cómo lograr una tratamiento más completo de los pacientes con esclerosis múltiple fue uno de los temas tratados en el marco de la última reunión Charcot 2019, llevada adelante por la European Charcot Foundation, dedicada a la investigación de esta patología.
La esclerosis múltiple es una enfermedad discapacitante. Según datos aportados por los especialistas, la prevalencia de esta patología, que suele presentar los primeros síntomas entre los 18 y 40 años, es de 30 por 100 mil habitantes, con lo cual se estima que en Argentina habría entre 14 mil y 18 mil pacientes. Se trata de una patología que, a su vez, suele ocasionar la pérdida del empleo en las personas que la padecen.
La enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres, en una relación de 3 pacientes mujeres por cada varón. Hoy se sabe que el tipo más común de esclerosis múltiple es la remitente-recurrente, también llamada “con recaídas y remisiones”, en la que los pacientes tienen períodos de bienestar y ocasionalmente presentan episodios de reincidencias.
Pero a pesar del incremento de la prevalencia de la patología, los especialistas destacaron que además del tratamiento con medicamentos, los ejercicios y la psicoterapia están están dando buenos resultados, según las últimas evidencias.
“La rehabilitación y la actividad física de los pacientes con esclerosis múltiple son aspectos que no tienen toda la consideración que se merecen, sin embargo son fundamentales en el tratamiento. El paciente tiene que hacer rehabilitación tratando de recuperar lo que se denomina funcionalidad, hay algunas habilidades que tal vez no podrá recuperar, pero otras sí, con estrategias adecuadas puede seguir llevando una vida normal”, aseguró Edgardo Cristiano, médico neurólogo, y director del Centro de Esclerosis Múltiple de Buenos Aires (CEMBA) del Hospital Italiano.
Por su parte, la médica neuróloga Liliana Patrucco, agregó: “La rehabilitación tanto física como cognitiva no solamente puede hacerse de manera presencial sino también virtual utilizando la tecnología, lo que se conoce como teleneurorehabilitación, a través de un software especialmente diseñado para que el paciente desde su casa pueda cumplir con determinados objetivos, en cualquier momento, haciendo ejercicios la cantidad de veces al día que quiera, siempre monitoreado por el especialista, que puede ser el rehabilitador físico, el terapista ocupacional o la neuropsicóloga que se encarga de los aspectos cognitivos del paciente”.
El creciente uso de la tecnología en la medicina también forma parte de la recuperación en pacientes con esclerosis múltiple. En el caso de esta enfermedad, se utiliza la teleneurorehabilitación: se trata de un programa integral de realidad virtual basado en la realización de ejercicios que son captados por un sensor y se ven reflejados en la pantalla, lo que permite que se plasmen de manera lúdica. El paciente puede hacer las actividades desde su casa, y solo debe contar con una PC o una tablet. Por ejemplo: en la pantalla, se presenta una fruta que el paciente debe guardar en el estante correspondiente. Realizando movimientos reales, en la pantalla se refleja lo que realiza el paciente. Esto permite trabajar los movimientos finos de precisión y de coordinación, pero también hay ejercicios que proponen la marcha de la persona.
En tanto, la tercera pata del tratamiento, que se suma al farmacológico y a la actividad física es la cognitiva. “Hacer terapia ocupacional, por ejemplo, puede impactar en la calidad de vida de los pacientes de manera significativa”, afirmó Patrucco. “En nuestro país el tremendo desafío es el acceso al tratamiento. Sin acceso todo esto son fantasías”, destacó Cristiano.
El próximo paso, señalaron los especialistas, será llevar adelante un programa de prevención de la enfermedad, en cuatro o cinco años, teniendo en cuenta distintos factores de riesgo para la esclerosis múltiple, como la contaminación ambiental, las modificaciones en el microbioma producto de la alimentación y el tabaquismo.