Las islas Baleares inaugurarán el lunes un “corredor turístico” con Alemania, que servirá de prueba piloto para gestionar la llegada masiva de visitante extranjeros de cara a la apertura total de España, con la esperanza de mitigar las devastadoras consecuencias económicas de la crisis generada por el coronavirus.
La iniciativa será una referencia para los expertos del Ministerio de Sanidad español, que a partir del 1 de julio deberán coordinar y monitorizar, junto con los gobiernos regionales, la evolución del coronavirus con un escenario radicalmente diferente, ya que España reabrirá sus fronteras al resto de países del espacio común de la Unión Europea (UE).
Después de que las islas Baleares superaron el brote local de coronavirus con relativo margen, al no verse colapsado el sistema sanitario, mientras su economía totalmente dependiente del turismo se vino a pique, la presidenta regional, la socialista Francina Armengol, no se resignó a dar por perdida la temporada turística.
De ahí que presentó un plan piloto al Ejecutivo central español para recuperar cuanto antes parte del desplome económico del 30 por ciento del PBI e igual pérdida de empleo previsto por la caída de las visitas de turistas, que el año pasado alcanzaron los 13,5 millones.
El proyecto aprobado por el Ejecutivo, que hoy publicó el Boletín Oficial del Estado, establece que a partir del próximo lunes 15 de junio podrán llegar a las islas Baleares turistas procedentes de Estados miembros o asociados al espacio Schengen, el espacio de libre circulación europea, a través de rutas específicas; que tengan pasaje de ida y vuelta, y con una estancia mínima de cinco noches.
Los turistas deberán llenar un formulario de salud pública que les proporcionarán las aerolíneas para facilitar su localización y monitoreo telepático en caso de ser necesario, mientras personal de Sanidad Exterior será el encargado de realizar controles a la llegada, como la toma de temperatura.
En cambio, para minimizar los riesgos, se establece que tanto el lugar de origen como el destino turístico tengan igual tasa de infeccción por Covid-19, a razón de nueve personas por cada 100.000 habitantes durante siete días consecutivos.
Los primeros 47 vuelos autorizados a llegar a las islas Baleares proceden de aeropuertos alemanes. En su mayoría tienen como destino Palma de Mallorca e Ibiza, y uno irá a Mahón, según informó la Televisión Española. Asimismo, el turista que viaje debe residir en el Estado en el que esté ubicado el aeropuerto de origen.
Cuando lleguen a su destino, no tendrán la obligación del período de 14 días de cuarentena que seguirá rigiendo en España hasta el 1 de julio, pero deberán proporcionar la información relativa a los días y lugar de estancia para hacer posible el control.
En caso de que alguno de los visitantes presente síntomas compatibles con Covid-19, el seguimiento activo lo hará la comunidad autónoma, a través de un sistema telemático, lo que permitirá identificar y aislar a los sospechosos.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad constituyó un Comité de Seguimiento que se reunirá cada dos días con las autoridades baleares para comprobar el funcionamiento del plan piloto, que establece como límite la llegada de 10.900 turistas durante la segunda quincena de junio.
(Télam)