La consigna es sencilla: ¿de qué color ve las dos calaveras? Se trata de una ilusión óptica que demuestra -una vez más- que a veces nuestros sentidos (y por ende, nuestro cerebro) nos pueden engañar.
Lo que primero debe hacer el lector es mirar fijamente a las dos calaveras para resolver de qué color es cada una.
Lo más probable es que la respuesta sea, por un lado, que un cráneo es de color morado y el otro de color naranja. Esta es la respuesta fácil, en este juego, creado por la revista estadounidense Popular Science.
Sin embargo, nada es tal cual como parece. De hecho, las dos figuras son del mismo color -rojizo- y solo hace falta hacer zoom para combrobarlo. Se trata de la llamada ilusion de Munker-White, que ocurre cuando se colocan los dibujos sobre un fondo de líneas azules y amarillas. En definitiva, todo responde a la percepción que nuestro cerebro le da al color, solo que en este caso los colores adyacentes al dibujo (azul y amarillo) distorsionan el resultado final de lo que vemos.