Se trata #BAdeColección Playmobil, la exposición más grande del emblemático juguete en la Argentina. Cuenta con unas 2.500 figuras del muñeco nacido en Alemania, que ha sabido ganarse un espacio en cada habitación desde el momento de su aparición, en 1974. Se exhibe hasta el 11 de febrero en la sala de exposiciones temporarias del Museo de la Ciudad, en el barrio de San Telmo.
Se trata de una colección perteneciente a Juan Dehtloff de 45 años, técnico textil radicado en Olivos, que por sugerencia de su esposa, Mariana, aceptó llevar adelante la muestra al museo, con una gran cantidad de ejemplares que incluye los más famosos personajes que fueron furor en los años 80, desde el barco pirata, el castillo, el fuerte con indios y soldados, personajes medievales, sheriff, niños, príncipes y más.
La impresionante muestra lleva el sello de Dehtloff, que tan sólo exhibe el 40 por ciento de sus reliquias porque no hay más lugar. La mayoría de las piezas son de Alemania, también hay juguetes confeccionados en Brasil, Francia, Portugal y Malta (donde está la fábrica) y los Playmóbil made in Argentina, bajo la licencia oficial.
Así el museo se convirtió en una maravillosa juguetería repleta de muñecos de todas las épocas y de distintos tamaños, temáticas y colores. Desde que abrió, el 27 de diciembre, la sala no dejó de estar llena de chicos y grandes. “Tuvimos 1500 visitantes solamente en la primera semana. El número supera ampliamente las expectativas ya que ahora tenemos un promedio de 400 personas por día, cuando lo normal sería unas 60 visitas y unas 4.000 por mes”, indica a Clarín Leandro López, vocero del Museo.
El alemán Geobra Brandstätter es el hombre que creó en los años 70 a los Playmobil, en la ciudad de Fürth, y aun hoy los fabrica. Este juguete ya atravesó a varias generaciones permitiendo crear innumerables historias y relatos.
El Playmobil representa uno de los mayores símbolos de la infancia para los argentinos de entre 35 y 45 años. Jugar con muñecos articulados y darles vida a las historias era central en tiempos en que las computadoras y los videojuegos se encontraban en pañales. Por eso, el encanto por este carismático juguete se fue trasladando de generación en generación como un gran amor que aún perdura.
La exposición para la nostalgia se podrá visitar hasta el 11 de febrero, de lunes a domingos de 11 a 18 horas, en el Museo de la Ciudad, ubicado en Defensa 223, con entrada libre y gratuita.
(Con información de Télam)