Daniel Veronese es uno de los directores y dramaturgos más multifacéticos. Cuenta con una prolífica producción teatral donde la variedad y la pluralidad estética son los ejes que guían su trabajo. Mientras dirige en el teatro comercial, combina su trabajo en los diversos circuitos teatrales. En este momento, está presentando las Experiencias Veronese. Tres obras que provienen de registros distintos al teatro. “Son textos literarios bastante incómodos a la hora de actuar. Requieren de una concentración muy especial. Me pareció que entraban en un registro de experiencia teatral”, señala el director en una entrevista para Diario Vivo.
Los domingos por la tarde se presenta la Experiencia I: La persona deprimida. Interpretado por María Onetto, este monólogo de David Foster Wallace describe en tercera persona los traumas de una mujer con depresión y los vínculos que establece con sus seres cercanos y su psicoanalista. Una experiencia que aborda ciertos tópicos que desbordan la propia enfermedad que atraviesa la persona deprimida y hablan de cómo actúa el circuito familiar frente a una situación así. “Del texto La persona deprimida, hicé una reducción muy grande porque tenía que ser un trabajo donde el público pudiera verse atrapado desde el principio hasta el final con ese discurso”, cuenta Veronese sobre el trabajo de adaptación escénica.
Los lunes se ofrece la Experiencia II: Encuentros breves con hombres repulsivos. Marcelo Subiotto y Luis Ziembrowski interpretan a dos hombres que portan un discurso intimidatorio y de violencia explícita, disfrazado por momentos de amor o deseo. “Seleccioné varios materiales de escenas que podían ser potentes y agregué una situación teatral. En el texto, parece como si fueran voces hablando y hay espacios donde alguien supuestamente responde a esas voces. Las obras están versionadas en función de que el teatro necesita una entidad propia. A veces, es necesario torcerle el brazo a la literatura para convertirlo en un trabajo atractivo para el público. No me sirve de nada ser purista con algo que escénicamente no funcione”, resalta.
El día lunes continúa con la tercera Experiencia Veronese; Los arrepentidos con textos de Marcus Lindeen. Basada en una conversación real, esta experiencia tiene tintes biodramáticos. Con las actuaciones de Luciano Suardi y Mónica Raiola, Los arrepentidos es un diálogo entre Orlando y Michael, ambos atravesaron una experiencia traumática y deciden contarse aspectos de sus vidas. “El texto de Marcus Lindeen se trata de una conversación que ha sucedido realmente, entonces tiene algo de biodrama. Esta versión tiene que ver más con el acercamiento de un material a mi forma de dirigir, con el mínimo de versión posible”, afirma Daniel Veronese.
Las obras tienen como eje reflexionar sobre las oposiciones y los binarismos para desarticularlos. “Hablan de las oposiciones entre la salud y la enfermedad, integración o desintegración. En Encuentros breves con hombres repulsivos, está esa discusión entre lo binario; masculino/femenino, poder/sometimiento, culpable/inocente. En Los arrepentidos lo binario está puesto en la vitalidad/género. Son obras que apuntan a desarmar un poco un sistema diario de convivencia que, por suerte, empezó a resquebrajarse y ponerse en duda. Hay una gran cantidad de elementos de poder que condicionan, aplastan la cabeza y nos dice cómo tenemos que ser. En este nuevo siglo, todo eso empezó a ponerse en duda y resulta ilógico”, dice Veronese.
En su carrera, Daniel Veronese recuperó textos clásicos y universales del teatro. Adaptó y dirigió obras de Anton Chejov, Henrik Ibsen, Tennessee Williams. En sus nuevas producciones en el teatro independiente, decidió rescatar autores contemporáneos. “Busco materiales que me permitan realmente trabajar, conocer y aprender sobre un tema. Por lo general, no tengo una idea definida del tema que me quiero meter. Quizás encuentro empatía con algunos autores que me permiten abrir la mente”.
Oscilando entre sus producciones comerciales e independientes, Veronese siente que este es un momento muy especial para el teatro independiente. Es el lugar donde siente que hay mayor “libertad artística”. “Creo que el teatro independiente está pasando por un momento de mucho furor. Mucha gente siente empatía por lo que se está haciendo, lo que me llama la atención es que hoy no es fácil hacer formas puras. Es muy necesario repensar el teatro para que la gente salga modificada. Como creador, hay una libertad que se agradece. No hay otra mediación entre el público y la obra, el trabajo lo deciden los artistas. Allí, puedo hacer obras que caigan en el disenso y puedan producir cierto conflicto en el espectador”, analiza.
Continuando con su deseo de seguir generando obras que generen cierta incomodidad en los espectadores y las espectadoras, Daniel Veronese pretende continuar creando más experiencias con dos temáticas en común; un elenco numeroso y el azar como procedimiento. “Desde el año pasado, estoy trabajando con un grupo de docentes de Timbre 4. En poco tiempo, logramos poner en pie un texto de mi autoría. Ellos se enamoraron de este texto y armaron una maquinaria que permite ser la cuarta experiencia y ya estoy tratando de perfilar una quinta con dos materiales que tengo en proceso. Las dos tienen como común denominador que trabajan un grupo muy grande de dieciocho o veinte personas trabajando juntas. Hay un nivel de azar que permitirá que cada función sea distinta. Para mí, hacer estas producciones en este momento de mi carrera me genera mucha satisfacción”, expresa Daniel Veronese.
Lugar: Timbre 4, México 3554
Experiencia I: La persona deprimida
Sábados de marzo a las 22.30 hs.
Domingos a las 18.30 hs. Hasta el domingo 03 de mayo
Experiencia II: Encuentros breves con hombres repulsivos
Lunes a las 20 hs. Hasta el lunes 27 de abril
Experiencia III: Los arrepentidos
Lunes 21. 30 hs. Hasta el lunes 27 de abril
