Tras Terror a 47 metros, la productora TeaShop había demostrado lo bien que se le daba los planteamientos claustrofóbicos. En el film de 2017, que tuvo secuela, se trataba de una jaula en las profundidades rodeada de tiburones, y el argumento de Fall no tenía nada que envidiarle en cuanto a la adrenalina. Scott Mann dirigió esta película el año pasado, protagonizando Virginia Gardner (Gaslit) y Grace Fulton (que acaba de estrenar Shazam! Fury of the Gods).
Fall narraba cómo dos amigas quedaban atrapadas en una torre de radio en medio del desierto, a 4.000 metros de altura. Costando apenas 5 millones de dólares recaudó 22, pero fue en Netflix donde encontró su mayor público. A principios de año varios mercados de Netflix incorporaron Fall a su catálogo (entre ellos no el de Argentina, donde la podemos ver en Prime Video), y la película ha sido una pequeña sensación, colándose entre lo más visto a nivel mundial. Es lo que ha llevado a pensar que no es mala idea hacer la secuela.
Según Deadline, TeaShop ya está desarrollando Fall 2. “Nos ha sorprendido gratamente cómo todo el mundo tiene una reacción tan visceral ante ella. Es una de esas películas en las que el boca a oído realmente ayuda”, asegura James Harris, presidente de Tea Shop.
La secuela de Fall empezaría a rodarse a finales de este año, aunque aún no hay un guion definitivo ni se sabe quién volvería.
Es de suponer que Mann quiera volver a ponerse tras las cámaras, mientras se podría dar por supuesto el regreso de Fulton, así como de quien interpretó a su padre en Fall, Jeffrey Dean Morgan. Por otra parte, el compromiso de Tea Shop es no limitarse a repetir el esquema de Fall, sino dar con otro planteamiento potente: “Tenemos un par de ideas en mente. No queremos hacer algo que parezca una imitación”.