El represor Reynaldo Bignone, último presidente de la dictadura militar argentina de 1976, falleció hoy, a los 90 años.
Bignone fue condenado por numerosos delitos de lesa humanidad, entre otras causas por el Plan Cóndor y Automotores Orletti.
El represor estaba internado en el Hospital Militar, donde murió.
Bignone cumplía una condena a prisión perpetua por delitos contra los derechos humanos.
El dictador fue trasladado ayer al Hospital Militar en emergencia, según notificó a la Justicia.
En marzo del año pasado, Bignone fue condenado en la causa por los delitos cometidos entre 1976 y 1977 en el Colegio Militar de la Nación. En 2016, recibió otra condena a 20 años de prisión por el llamado “Plan Cóndor”, el “acuerdo de cooperación” entre las dictaduras de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay contra la izquierda de los años 70, con la colaboración de Estados Unidos.
Bignone presidió el país del 1 de julio de 1982 y el 10 de diciembre de 1983, cuando le entregó el mando a Raúl Alfonsín, tras el llamado a elecciones.
El ex comandante sucedió a Leopoldo Galtieri tras la derrota en la guerra de Malvinas y, antes de llamar a elecciones, dictó una autoamnistía por los crímenes de la dictadura, que no prosperó.