En un nuevo capítulo de la pendulante recepción que ha tenido su pensamiento, las ideas del filósofo alemán Karl Marx (1818-1883) resurgen en un aluvión de reediciones y homenajes cuando se cumplen 200 años de su nacimiento, un hito que en Buenos Aires será celebrado el sábado con una jornada en el Instituto Goethe y el Teatro Nacional Cervantes, donde su producción será resignificada a través de ponencias, exhibiciones y perfomances.
Si a alguien ha favorecido el escenario posmoderno con su proclama del fin de las ideologías y los grandes relatos es sin duda al autor de “El Capital”, emancipado ahora del peso que representó estar asociado a los socialismos reales del siglo pasado y habilitado por fin para ser reconsiderado por su caracterización del capitalismo, que en línea con lo que vaticinó hace dos siglos funciona hoy como una fábrica global de desigualdad, miseria y violencia.
Después del ostracismo al que lo replegaron los 80, el pensador alemán revive ahora en una multiplicidad de textos inspirados por su obra -como el del economista francés Thomas Piketty, que retomó el ideario marxista en un libro que justamente se llama “El capital del siglo XXI”- y en reediciones que recuperan sus textos en nuevas traducciones, lejos de las tergiversaciones que forzaron algunos sellos editoriales ligados al partido comunista.
Bajo el título “Marx nace”, el Instituto Goethe concretará el sábado a partir de las 10.30 y hasta las 23 un ciclo multidisciplinario en el que la obra del intelectual será analizada por filósofos, sociólogos, historiadores y escritores, entre los que se cuentan Beatriz Sarlo, Felipe Pigna, Carlos Gamerro, Florencia Abbate, Maristella Svampa, Darío Sztajnszrajber, Esther Díaz, Eduardo Gruner, Gabriela Massuh y Rubén Szuchmacher.
“Quisimos entrelazar dos aspectos: por un lado que sea Marx quien suba a escena, que sea su voz la que se escuche en el teatro; por otro lado que escritos y rasgos biográficos poco conocidos convivan con otros más conocidos. Y que estos aspectos entrelazados interpelen al público general: tanto a quienes nunca leyeron a Marx como a quienes están familiarizados con su obra”, señala a Télam el editor y escritor Fernando De Leonardis, uno de los curadores del ciclo junto a Carla Imbrogno.
Para el crítico, fue decisiva la extinción de los regímenes burocráticos -especialmente de la URSS y del Este europeo- para liberar al filósofo de la mistificación de su pensamiento: “Esos regímenes habían logrado petrificar los escritos de Marx y santificar su vida. Caídos los Estados burocráticos de la URSS y del Este europeo, en un contexto intelectual mundial menos opresivo, los textos de Marx comenzaron a circular con mayor libertad, y por ello fueron reinterpretados en claves diversas”, sostiene De Leonardis.
“La mayor difusión de la obra de Marx en los últimos años se debe a que ¡por fin! se ha comenzado a separar su pensamiento de los regímenes marxistas. Las presuntas aplicaciones de sus teorías no deberían confundirse con la obra. Filosofía es construcción de conceptos y Marx lo ha realizado con rigor, como filósofo y como científico social. Consolidó la economía política y coadyuvó a la formación de nuevas ciencias sociales”, explica la filósofa Esther Díaz.
“Lo deseable es diferenciar a un autor de los ‘ismos’. Diferenciar a Marx de los marxismos. La filosofía y la teoría social son como la música. Una cosa es el compositor y otra los intérpretes. Además, toda teoría requiere actualizaciones, pues si cambian las condiciones de existencia, deberían cambiar las configuraciones acerca de ellas. El mismo Marx estableció que se debe estudiar la vida real y la acción de los individuos en cada época histórica”, apunta la autora de “Posmodernidad”.
En 1989, el semanario Newsweek anunciaba en primera plana “Marx ha muerto”. Sin embargo, menos de veinte años más tarde, en 2008, ante la crisis mundial del capitalismo financiero, Marx parece estar más presente que nunca según la socióloga y ensayista Maristella Svampa: “Sin duda lo que se revaloriza no es el Marx prometeico sino mucho más el analista de las desigualdades en el marco del capitalismo del siglo XXI. La obra de Piketty, inspirada en Marx, muestra con claridad el proceso de concentración de riqueza y la ampliación de las desigualdades en nuestras sociedades, tanto en el centro como en las periferias”, explica a Télam.
“El Marx que vuelve es aquel que supo captar el ADN del capital, la búsqueda de nuevos espacios de acumulación; la conversión de todo en mercancía -subraya-. Pero en mi opinión, su retorno como analista y crítico del capitalismo hay que ubicarlo antes de la crisis de 2008, con el nacimiento de los movimientos críticos de la globalización neoliberal, específicamente con el zapatismo (1994) y luego con las revueltas en Seattle (1999)”, precisa.
Para el historiador Felipe Pigna, que el sábado abordará las referencias de Karl Marx a la Argentina y a los países de la región, “sería exigente suponer que pensamientos desarrollados durante el siglo XIX tengan una plena vigencia en la segunda década del siglo XXI. Pero en el caso de Marx, la consolidación del hípercapitalismo que estamos padeciendo nos invita a revisitarlo”.
“Hay temas centrales de su teoría que resultan de utilidad como la idea de alienación en el trabajo y la de plusvalía, y desde ya aspectos del materialismo histórico que siguen siendo muy válidos a la hora de analizar nuestras realidades”, sostiene el autor de “Los mitos de la historia argentina”.
“La caída del Muro de Berlín representó para la teoría marxista un tiempo de resguardo pero luego de dos décadas resurge como una filosofía que frente a un mundo globalizado, sobrepasado de sentido -que ha invadido la vida enteramente con sus lógicas y sus dispositivos- y con un sentido común que pone el acento en la individualidad como fundamento primero y la negación del otro como su consecuencia más directa, vuelve a dar la posibilidad de resquebrajar la solidez del pensamiento único contemporáneo”, analiza el filósofo Darío Sztajnszrajber.
El autor del libro “¿Para qué sirve la Filosofía?” y creador del ciclo “Mentira la verdad” sostiene que la reaparición en escena de Marx en el campo filosófico fue alentada por Gianni Vattimo y Jacques Derrida, autor del libro “Espectros de Marx”, donde plantea la necesidad de volver al pensador “en un contexto de incipiente crecimiento del neoliberalismo de los 90”.
“Me gusta ese Marx que desnaturaliza, que provoca lecturas diferentes a las lineales y el que plantea que detrás de toda certeza hay siempre una intencionalidad política, una intencionalidad de poder. Parece que en estos tiempo de posverdad, más que nunca el pensamiento de Marx nos permite generar otras posibilidades”, explica Sztajnszrajber, a cargo de un segmento titulado “Cerca de la Revolución”, que tomará canciones del rock nacional y las entrecruzará con las ideas del intelectual alemán.
Según la escritora Florencia Abbate, que junto a Carlos Gamerro trabajará sobre las dotes literarias del economista y sociólogo, es “un disparate hacer retrospectivamente a Marx responsable de esos devenires históricos, o negar en base a ellos la extraordinaria profundidad de su descripción de la dinámica del capitalismo, que sigue siendo de una impresionante vigencia”.
¿Qué aspectos de su ideario resultan los más interesantes para repensar hoy? “Antes de Marx la pobreza se consideraba natural: así como se nace con un color de ojos o de piel determinado, se nace pobre o rico y así se continúa. Se estudiaba la representación de la riqueza, no su génesis ni sus consecuencias. Marx puso en tela de juicio los preconceptos heredados. Enunció las relaciones de producción y denunció la miseria del capitalismo”, enumera Díaz.
La programación completa, que arranca a las 10.30 de la mañana y se extiende hasta las 23, con entrada libre y gratuita, se puede consultar en www.goethe.de
(Con información de Télam)