El asesinato de un policía por parte de un supuesto islamista hizo que la seguridad nacional figurara en el tope de la agenda política francesa el viernes, dos días antes de la primera vuelta de la elección presidencial, mientras los candidatos debatían sobre cómo mantener seguros a los ciudadanos.
La candidata de extrema derecha Marine Le Pen, una política euroescéptica que quiere que su país deje de usar el euro, aprovechó el tiroteo en París para defender sus políticas en seguridad nacional.
Le Pen, que sigue de cerca en los sondeos al centrista y favorito Emmanuel Macron, dijo que adoptará medidas para derrotar al “terrorismo islamista” si es elegida, incluyendo la aplicación de controles fronterizos e inmigratorios más estrictos.
Macron, un ex ministro de Economía del Gobierno que Le Pen ha criticado reiteradamente por su historial en seguridad, dijo que las soluciones no son tan simples como sugiere su principal contendora.
Tras la primera vuelta del domingo, dos de los cuatro candidatos con mayor arrastre popular pasarán a una segunda vuelta que se disputará el 7 de mayo.
Macron lidera las preferencias para la primera ronda, con un 24 por ciento de las intenciones de voto, seguido por Le Pen, con un 21,5 por ciento, según un sondeo de Elabe realizado antes del tiroteo del jueves por la noche.
Los otros dos candidatos, el ex primer ministro conservador François Fillon y el representante de la extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, figuraban con un 20 y un 19,5 por ciento, respectivamente.
El atentado en los Campos Elíseos fue el más reciente en una serie de ataques perpetrados por militantes islamistas en Francia en los últimos años, que han dejado más de 200 muertos.
(Reuters)