“Fuego y sangre”: El penúltimo capítulo de “Game of Thrones”

El episodio cumplió con lo que se veía vaticinando desde el inicio de la temporada, sin embargo los fans no quedaron conformes

Daenerys Targaryen le hizo honor al lema de su casa -“Fuego y sangre”- en el penúltimo episodio de la serie de Game of Thrones. Los más grandes miedos de los fanáticos de la madre de dragones se vieron cumplidos ayer por la noche.

Como un espejo, Daenerys se ha convertido en todo aquello que siempre deseó evitar: la reina de las cenizas. Cegada por el dolor y la pérdida, y presa de una furia asesina la madre de dragones se cargó ella sola a todo Desembarco del Rey.

Futiles fueron los intentos de Tyrion, su mano y consejero, para hacerla entrar en razón. Daenerys, aislada, traicionada y más sola que nunca, cuando los grandes señores de Westeros le dieron la espalda, actúo de la única manera que le quedaba: ya que no podía hacer que la siguieran por amor, la seguirían por temor.

El trágico pero obvio desenlace de la historia de Daenerys Targaryen como soberana de los Siete Reinos se vaticinaba desde la séptima temporada. Y hubo varios indicios del temperamento de Daenerys diseminados como migajas a lo largo de los episodios. Pero muchos fans especulaban con la idea de que alguien pudiera hacerla entrar en razón.

No fue así, y Tyrion y Jon Snow se sienten cómplices de la matanza más terrible que ha experimentado la capital en mucho tiempo. Tyrion, sobre todo, sentirá el peso de la responsabilidad por no haber podido detenerla a tiempo. Por haber sido una pieza clave en la matanza de miles de personas inocentes.

El honor de Jon Snow, tal como a su “padre” Ned Stark terminó condenándolo. ¿Logrará Jon mantenerse firme a su palabra después de esto?

Las aguas de los fans están divididas acerca de lo que el destino le deparó para Daenerys Targaryen. Sin embargo, ya lo vaticinó la serie durante la segunda temporada: y es que resulta que lo que vio Daenerys en la Casa de los Eternos no era el trono de hierro cubierto de nieve sino de cenizas.

Durante todo el capítulo, los realizadores quisieron presentarnos a Daenerys en una faceta diferente. Más allá de la soberbia que veníamos experimentando, Daenerys se convirtió en la Reina Loca y terminó “quemándolos a todos“. Y esta vez ningún Lannister pudo evitarlo.

Las tropas de Daenerys -e incluso los hombres del norte- se vieron contagiados de esta furia asesina. Como anticipábamos, Grey Worm al perder a Missandei, única fuente de su humanidad, se convirtió en el soldado despiadado que fue entrenado para ser.

Por otra parte, hubo una clara intención por parte de los realizadores de la serie de humanizar a Cersei. Un final agridulce para una de las mejores villanas, que sufrió una muerte que no estuvo a la altura de su personaje. Se especulaba con una muerte a manos de su hermano y amado Jaime, o sentenciada por la espada de Arya, para que finalmente lograra tacharla de su lista. Sin embargo, Cersei no tuvo la muerte que su personaje se merecía como si la tuvieron otros grandes villanos de la serie como Ramsay Bolton.

A pesar de las espectaculares escenas de Desembarco del Rey en llamas, el episodio dejó un sabor amargo en varios fans. Y es que parece que varios personajes tuvieron un final que no parece hacerles justicia a todo su desarrollo a lo largo de ocho temporadas.

Quienes si tuvieron un final épico fueron los hermanos Clegane. “El perro” y “La montaña” por fin tuvieron su enfrentamiento y el resultado fue, sin lugar a dudas, espectacular. Al final, parecía que “La Montaña” era más invencible que el mismísimo Rey de la Noche.

Párrafo aparte se merece la actuación de Arya Stark en este episodio. Deambulando sin rumbo fijo, el personaje más querido de la serie, aún tiene una misión que cumplir.

Estemos conformes o no con la octava temporada, todo se define el próximo domingo y, “si crees que esto tiene un final feliz es porque no has estado prestando atención