Ubicado a cien metros de Proa, sobre la avenida Pedro de Mendoza, el espacio Proa 21 abrió sus puertas el pasado fin de semana, a lo que será la concreción de un nuevo proyecto en materia artística y de creación, orientado exclusivamente a la producción del arte contemporáneo.
Con dos salas y un enorme solar, el predio ocupa lo que fue el depósito de Proa, que ahora está resguardado en contenedores en un jardín al aire libre. “Una vez que terminó el ciclo de Espacio Contemporáneo, que fue de 2009 a 2017, quisimos ampliar esas experiencias en un nuevo lugar”, dice Adriana Rosenberg, directora de Fundación Proa.
El lugar elegido tiene historia. En las primeras décadas del siglo XX fue la base de operaciones del grupo El Bermellón, integrado entre otros por José Luis Menghi y Víctor Cunsolo, y entre 1922 y 1955, se establecieron allí los estudios de Benito Quinquela Martín, Miguel C. Victorica y Fortunato Lacámera.
Enfocado a lo que conoce como “work in progress” -trabajo en proceso, o de la etapa en la cual se está trabajando para el proyecto final- Proa 21 cuenta con el asesoramiento de Santiago Bengolea, que estuvo al cuidado de Espacio Contemporáneo.
Junto con Rosenberg, eligió a los seis artistas menores de cuarenta años que exponen en el jardín. José Luis Landet, Sofía Bohtlingk, Nicolás Bacal, Franco Basualdo, Juan Sorrentino y Nicolás Vasen crearon obras para ser expuestas a la intemperie y resistir incluso la sudestada. “Sueño con que se convierta en un lugar de encuentro de los artistas”, expresa Bengolea.
Además de la inauguración de PROA 21, este fin de semana también vieron las luz dos de las esperadas exposiciones de este año. Una de ellas fue la de Leandro Katz, con el proyecto “El día que me quieras”, en el que expone un audaz trabajo conceptual sobre un episodio de la historia latinoamericana: el asesinato del Che Guevara en Bolivia.
Además, la serie de fotografías de Freddy Alborta, el profesional boliviano que sacó las imágenes del cadáver del Che, se muestra completa por primera vez en La Boca y también en el Museo de Arte Contemporáneo de México. La exposición incluye una entrevista al antropólogo Alejandro Incháurregui, que integró el equipo que halló la tumba clandestina del Che, y una serie de dibujos ampliados de los rostros de los militares que truncaron la última experiencia guerrillera de Ernesto Guevara.
Y en la fundación, la exposición “Fotografía argentina 1850-2010: contradicción y continuidad” acompaña desde la sede al recién nacido PROA 21. En colaboración con el programa de arte latinoamericano nacido en Los Ángeles, que se realizó entre septiembre de 2017 y enero de 2018 en más de 70 instituciones culturales en el sur de California, se trata de una articulación con el J. Paul Getty Museum.
En el recorrido trazado en cuatro núcleos temáticos, se superponen épocas de la fotografía nacional y se evidencia la cristalización de un imaginario signado por la inmigración, la irradiación urbana, la violencia política y la reflexión sobre el arte de la imagen. Grete Stern, Horacio Coppola, Adriana Lestido, Santiago Porter, Nuna Mangiante y Gustavo Di Mario son solo algunos de los autores de esos capítulos de historia fotográfica.
(Con información de La Nación)