El ministro principal de Gales, Mark Drakeford, ordenó hoy un confinamiento casi total de dos semanas a partir del próximo viernes, para intentar frenar la propagación de una creciente segunda ola de coronavirus en el Reino Unido.
“A menos que adoptemos medidas ahora, no seremos capaces de poder atender a las personas que se enfermen gravemente por la pandemia”, alertó hoy Drakeford en una conferencia televisada.
El Gobierno de Gales cree que un “cortafuegos” de dos semanas, desde el viernes a las 6 de la tarde hasta el lunes 9 de noviembre, es vital para ayudar a controlar el virus.
Drakeford dijo que el virus se está propagando rápidamente por todo el territorio británico y que si no se toman medidas, continuará avanzando y pondrá en riesgo la capacidad de los hospitales. “El cortafuegos es lo más corto posible, pero eso significa que tendrá que ser agudo y profundo para tener el máximo impacto en el virus”, subrayó.
Las tiendas no esenciales, así como los pubs y restaurantes, se cerrarán en todo el país como al principio de la pandemia, y los empleados deberán trabajar desde sus domicilios.
Mientras que los estudiantes universitarios estudiarán también desde sus casas en la semana que comienza el 9 de noviembre y las universidades continuarán brindando una combinación de aprendizaje presencial y online. A su vez, las escuelas primarias y secundarias que se encuentran en un receso reabrirán pero bajo las nuevas reglas del “cortafuegos”. También se prohibirán las reuniones en los interiores y al aire libre con personas que no formen parte de un mismos hogar.
El Gobierno galés liderado por los laboristas también prohibió a las personas viajar a Gales desde áreas de nivel 2 y nivel 3 en otras partes del Reino Unido.
En el Reino Unido, la salud es competencia de las distintas regiones, por lo que Irlanda del Norte, Escocia y Gales imponen sus propias restricciones por la Covid-19. En Inglaterra, la gestión de la salud está en manos del gobierno británico.
Aproximadamente 2,3 millones de personas en Gales ya viven bajo las reglas de bloqueo locales, mientras que unos 28 millones de habitantes de Inglaterra también están bajo nuevas restricciones para detener la propagación del coronavirus.
La semana pasada, el Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson introdujo un sistema de medidas escalonado para Inglaterra, que se puede ajustar o flexibilizar según la tasa de infecciones por coronavirus.
El nuevo sistema de tres niveles clasifica todas las regiones en alerta media, alta o muy alta, también conocidas como niveles 1 a 3, respectivamente.
Las reuniones entre familiares y amigos de diferentes hogares están prohibidas en Londres y en otras partes de Inglaterra, donde viven 11 millones de personas.
El Reino Unido, el país más afectado de Europa por el coronavirus con 43.579 muertos, sufre como el resto del continente una segunda ola de infecciones, con un total de 705.428 casos positivos.
El Gobierno anunció ayer 16.982 nuevos casos de coronavirus en las 24 horas previas, más que los 16.717 comunicados el día anterior.
(Télam)