El esperado segundo capítulo de la última temporada de Game of thrones tuvo lugar la noche del domingo. Un episodio que estuvo signado por la tensión, en un climax que va in crescendo y que tendrá su punto cúlmine el próximo domingo con la batalla de Winterfell; en donde los defensores del castillo se preparan para enfrentarse al Night King y a su ejército de muertos.
Las alianzas y enfrentamientos del pasado deben quedar atrás, es necesario que las casas de Westeros se unan para enfrentarse al enemigo común que amenaza con destruirlos a todos.
El segundo capítulo contó con varias escenas que los fans están esperando desde el inicio de la serie. Desde que Jaime tirara a Bran por la ventana de la torre en la escena que culmina el primer episodio de la serie más exitosa de todos los tiempos, que los fanáticos están deseando no sólo un encuentro entre Bran y Jaime sino el que éste pague al fin por sus crímenes. La última temporada marca el regreso de Jaime a Winterfell. Allí, valientemente deberá responder por los crímenes de su pasado.
Así es como abre el episodio: con el juicio a Jaime Lannister, en una escena que recuerda al juicio del propio Tyrion Lannister durante la cuarta temporada. Así, junto con el camino de la expiación de Cersei, los Lannister parecen comenzar a reconciliarse con su pasado; o al menos empiezan a enfrentarse a él. Y si bien Tyrion era inocente del crimen que se lo acusaba en aquella oportunidad, ha cometido muchos actos viles de los cuales ha logrado redimirse.
Es así que Jaime comienza a transitar el fin de su arco de redención, una estrategia narrativa muy utilizada a la hora de contar una historia. Acusado por todas las casas de Westeros por faltar a su palabra y al honor al matar a su rey; Jaime abandona a lo que más ama -a Cersei- por hacer lo correcto y cumplir con su promesa.
El honor de Jaime, siempre puesto en duda, es respaldado por uno de los personajes con más sentido del deber y del honor de la serie Brienne de Tarth. Con quien, además, Jaime tendrá otra sentida escena al ungirla caballero, cumpliendo así el sueño de la vida de Brienne.
Otro de los momentos que los fans están esperando desde los inicios de la serie, se dio con el encuentro entre Gendry y Arya. Esto responde, a modo de espejo, una de las primeras escenas de la serie cuando el rey Robert le dice a Ned Stark: “Yo tengo un hijo, tú tienes una hija. Unamos nuestras casas“.
Finalmente, Daenerys se entera del verdadero origen de Jon Snow -Aegon Targaryen, legítimo rey de Westeros. Noticias que, como era de esperar, no le caen bien a la madre de dragones. Sin embargo, podemos confiar en que exista algún personaje -ya sea Jorah Mormont o Tyrion Lannister- que la haga bajar del dragón y le coloque los pies sobre la tierra.
De esto ya tuvimos un adelanto cuando Jorah Mormont le hace entrar en razón respecto a la lealtad y a la utilidad de Tyrion como su mano y principal consejero. Responsable también fue Jorah del encuentro entre Daenerys y Sansa. Daenerys es una mujer orgullosa, soberbia y altanera. Sin embargo, sabe escuchar a las personas en las que confía y, al final, siempre termina haciendo lo correcto -al menos la mayoría de las veces.
Sin embargo, que pasará luego con el trono de hierro es un tema que ahora debe esperar. Lo importante es enfrentarse a la amenaza del ejército de los muertos. En lo que promete ser la batalla más espectacular en la historia del entretenimiento, la suerte está echada y es probable que veamos perecer a alguno de nuestros personajes favoritos.
¿Qué pasará luego de que los defensores de Winterfell derroten -si es que lo hacen- al ejército de los muertos? ¿Y dónde está Melisandre, la sacerdotiza roja quien prometió regresar para ayudar a Jon a enfrentarse al ejército de los muertos? ¿Cómo seguirá la batalla por el ansiado trono de hierro? Las respuestas están cada vez más cerca