Un palestino murió hoy por disparos del Ejército israelí en disturbios registrados en la frontera con Gaza, donde decenas de manifestantes se habían acercado a la valla divisoria para protestar por la muerte de 18 manifestantes el viernes pasado, informaron fuentes médicas en la Franja.
La víctima, Ahmad Omar, de 25 años y residente de Deir al Bala, murió de un impacto en el pecho cuando protestaba al este del campo de refugiados de Al Bureij informó el portavoz del Ministerio de Salud en Gaza, Ashraf Al Qedra.
También se registran pequeñas protestas en otras zonas, como en el este del barrio de Shuahiye, donde medio centenar de palestinos se acercó a la valla divisoria y algunos de ellos tiraron piedras, a lo que los soldados respondieron desde el otro lado con gases lacrimógenos, informaron el periódico israelí Haaretz y la agencia de noticias EFE.
Las protestas no han cesado desde que el viernes pasado decenas de miles de palestinos llevasen a cabo la denominada Gran Marcha del Retorno, que terminarán el 15 de mayo, y derivó en una feroz represión en la que murieron 18 palestinos y más de mil resultaron heridos.
El objetivo de la protesta es visibilizar y rechazar la ocupación militar israelí, que el año pasado cumplió 50 años y que sobrevive pese a que la mayoría de los países del mundo reconocieron la existencia de un Estado palestino en esos territorios, Argentina inclusive.
La represión desató el rechazo de numerosas organizaciones y grupos defensores de los Derechos Humanos. Hoy, la Liga Árabe apoyó por unanimidad una petición presentada por Palestina ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que abra una investigación urgente sobre la muerte de los 18 manifestantes que fueron acribillados en la Franja de Gaza por soldados israelíes.
La organización panárabe ratificó “el derecho del pueblo palestino a llevar a cabo todo tipo de lucha contra la ocupación (israelí), en base a la ley internacional, incluida la resistencia popular pacífica”, en la que enmarcó a la Gran Marcha del Retorno.
Paralelamente, la ONG internacional Human Rights Watch (HRW) consideró en un comunicado difundido hoy como “ilegales y calculadas” las muertes de los 18 palestinos perpetradas por el Ejército israelí durante las protestas y repudió a esa fuerza por el “uso de munición real contra manifestantes desarmados”.
“El Gobierno israelí no presentó ninguna evidencia de que el lanzamiento de piedras y otros actos de violencia por algunos manifestantes amenazaran seriamente a los soldados israelíes al otro lado de la cerca fronteriza”, añadió HRW.
El ministro de defensa de Israel, Avigdor Lieberman, aseguró el domingo pasado en que su país “se defenderá” de las protestas palestinas y anunció una acción contundente del ejército de su país si no cesaban las manifestaciones. El político ultranacionalista agregó que los soldados apostados sobre el límite entre Israel y Gaza protegieron la frontera de su país y “merecen una medalla” por su actuación contra los palestinos.