El ex camarista Ricardo Gil Lavedra consideró hoy que el peso de la Unión Cívica Radical (UCR) en Cambiemos lo determinan “las discusiones políticas” y no la cantidad de “cargos políticos” dentro del frente y que, de cara al futuro, el desafío es “llegar a ser una auténtica coalición de gobierno”.
“La importancia de la UCR en Cambiemos no se traduce en los cargos políticos sino en las discusiones políticas”, dijo Gil Lavedra en una entrevista que publica hoy el diario La Nación.
Agregó que “el desafío de Cambiemos es llegar a ser una auténtica coalición de gobierno”, lo que requiere “más debate de las medidas a tomar”, y proyectó para las elecciones de 2019 la posibilidad de un aumento en la cantidad de gobernadores radicales “por su despliegue territorial y presencia en cantidad de provincias”.
Según dijo, ese balance deberá considerar no sólo “lo que se hizo”, sino también “lo que se evitó”, a lo que definió con la figura de la “calamidad”.
Para Gil Lavedra el país “progresó enormemente” en cuanto a lo institucional, aunque dijo que todavía existen “déficit elevados” y se debe “avanzar en justicia y transparencia”.
Para esto cree “imprescindible” reformar la ley de Etica Pública, en especial porque “la cuestión de los conflictos de intereses ha sido uno de los más relevantes durante este gobierno”, y darle una “mayor autonomía a Oficina Anticorrupción”.
Asumió que lo que sucedió con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, son “hechos que restan credibilidad” y si bien se pronunció en contra de nepotismo, dijo que tampoco hay que “exagerar” con el alejamiento de familiares de funcionarios de cargos públicos sino verificar que esté garantizada “la idoneidad para el cargo”.
Pidió “juicios orales y públicos” que lleguen rápido y que “las prisiones preventivas sin condena sean casos excepcionales”.
En cuanto al aborto dejó claro que se trata de “una realidad indiscutible” y que “su criminalización no ha funcionado como disuasivo”, y dijo que “al no haber un aborto legal son clandestinos y la mayor causa de mortalidad en materia de maternidad”.
“Es un problema serio que hay que atender”, dijo respecto al debate que el Congreso se propone encarar y en cuanto a su posición dejó claro que “la vida que está por nacer depende de la asistencia de la madre” y que “la protección” de esa vida tiene que ser “incremental” a medida que esa vida en gestación se va evolucionando.
“Si una mujer pierde su embarazo en las primeras semanas de gestación, es una desgracia; si lo hace a los seis meses, ya es una cosa grave, y la muerte en el parto es una tragedia. Esto demuestra que la valoración que tenemos de esta vida en gestación es distinta según cuál sea el momento de la gestación”, graficó.