La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, se presentó hoy en el Juzgado Federal Nº 10, respondiendo a la citación a indagatoria del juez Julián Ercolini en la causa que investiga una “licitación direccionada” en el Ministerio Público Fiscal.
Gils Carbó responsabilizó al desplazado subdirector general, Guillermo Bellingi, y a Juan Carlos Thill, su medio hermano, por el cobro de una presunta coima, de 7,7 millones de pesos, en la compra de un edificio para para la institución, en 2013.
“Las presuntas irregularidades penales y administrativas se circunscriben a maniobras de Guillermo Bellingi y Juan Carlos Thill”, sostuvo la procuradora ante el juez. “Está probado que el único que cobró una comisión indebida fue Thill”, agregó.
Gils Carbó es investigada, junto a otros diez imputados, por la presunta “licitación pública direccionada” para la adquisición de la propiedad ubicada en Perón 667, por 44 millones de pesos.
“Dicha maniobra habría sido planeada y llevada a cabo desde los más altos niveles de decisión de la Procuración General de la Nación, a efectos de que fuera adquirido por el aludido organismo a la empresa Arfinsa Argentina Financiera S.A.”, indicó el magistrado para justificar el llamado a indagatoria, en su resolución del 14 de julio último.
A través de un escrito, Gils Carbó aseguró que no cobró ni “se benefició por esta operación”. “La Procuración General de la Nación no abonó comisión alguna por la operación”, afirmó.
“La operación no implicó en modo alguno un perjuicio para el erario público. Por el contrario, se adquirió un bien a un valor inferior al tasado por el organismo correspondiente y de plena funcionalidad para el proyecto institucional del Ministerio Público Fiscal”, sostuvo la procuradora.
En la operación, Arfinsa habría pagado una comisión de 7,7 millones de pesos a la inmobiliaria Jaureguiberry asesores inmobiliarios, que, a su vez, habría contratado a Thill para la licitación.
Gils Carbó aseguró que las autoridades de la Procuración no conocían “el vínculo” entre Thill y Bellingi, que son medio hermanos, ni la relación con Jaureguiberry.
Además, indicó que en cuanto surgió la denuncia sobre el vínculo, la Procuración dispuso “la apertura del sumario administrativo” y la suspensión de Bellingi.
“Guillermo Bellingi defraudó la confianza de la Procuración General de la Nación”, se quejó.
El cargo de Gils Carbó es uno de los más cuestionados por parte de la gestión de Maurcio Macri, que, incluso, analiza alternativas legales para terminar con el carácter vitalicio de la función y encontrar la forma de desplazar a la procuradora general, designada durante la gestión kirchnerista.
Gils Carbó recordó que el presidente “llegó al cargo procesado (por escuchas telefónicas ilegales), con procesamiento confirmado por la Cámara”.
Fuente: DyN