“Aspiramos a que no se vuelva a insistir. La Patagonia es cara. Tenemos una diferencia del 20 por ciento en cualquier producto no producido en la zona respecto al resto del país”, manifestó Weretilneck.
“Nuestra logística, las distancias y sus costos, los regímenes salariales distintos por zonas desfavorables, hace que tengamos un nivel de vida más caro y eso tiene que ser compensado”, añadió en declaraciones publicadas hoy por el diario El Cronista.
La semana pasada el gobierno suspendió por 30 días el decreto que recortaba el monto de las asignaciones familiares a trabajadores de zonas diferenciales, y ahora evalúa los alcances de la medida.
La medida ahora suspendida, que había desatado el rechazo de opositores políticos al gobierno, eliminaba un régimen diferencial que alcanzaba a más de 100 mil chicos de provincias de la patagonia y de diversas zonas del norte del país.
El decreto, ahora suspendido en su aplicación hasta el primero de septiembre, también elevó el piso y bajó el techo de los salarios que debe tener un grupo familiar para cobrar asignaciones familiares.
Este punto seguirá vigente y empezaría a regir desde el primero de setiembre.
A su vez, Weretilneck señaló que los planteos ante el Gobierno nacional no deberían ser grupales sino individuales porque “hay 24 realidades distintas y cada provincia tiene que negociar por sí misma: un bloque patagónico o cualquier otro no tiene asidero”.
“No es lo mismo vivir a 300 kilómetros de la producción central del país como Córdoba, Buenos Aires, y Santa Fe, que vivir a 1.200 kilómetros. Asi que esperamos que no se vuelva a insistir”, señaló Weretilneck.