Todo empezó con la redacción de una especie de memorándum sobre la brecha de género en el rubro tecnológico. El autor del documento, un empleado de Google afirmó que “las capacidades de hombres y mujeres difieren en parte debido a causas biológicas”. Además, criticó los programas de inserción laboral de la compañía.
El texto fue publicado en un foro interno de googlers (como se hacen llamar los trabajadores de Google), aunque luego fue difundido por el sitio de noticias tecnológicas Gizmodo.
La identidad del programador no fue revelada, pero su ingenio le trajo consecuencias: Google lo despidió por incumplir con el reglamento de comportamiento de la empresa.
“Sugerir que un grupo de nuestros colegas tiene rasgos que los hacen menos biológicamente adecuados para el trabajo es ofensivo e incorrecto”, afirmó el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, y agregó que el texto “resaltaba estereotipos de género dañinos en el lugar de trabajo”.
“Es contrario a nuestros valores básicos y nuestro Código de Conducta, que espera que cada googler haga todo lo posible para crear una cultura de trabajo libre de acoso, intimidación, parcialidad y discriminación ilegal”, añadió Pichai en un comunicado.
Antes de conocerse el despido del programador, la declaración de principios de este trabajador generó tanto rechazó que la responsable de diversidad de Google, Danielle Brown, debió dar explicaciones por el texto.
“La diversidad y la inclusión son una parte fundamental de nuestros valores y de la cultura que seguimos cultivando”, dijo la ejecutiva, que aclaró que ni ella ni Google apoyaban las palabras de quien luego sería despedido.