Hacia la desconcentración de las tarjetas

El gobierno nacional aprobó la propuesta de desinversión presentada por la controlante de VISA Argentina, por la que los bancos que monopolizan el mercado de las tarjetas de crédito deberán deshacerse del total del paquete accionario.

El gobierno aprobó el plan de desinversión de la empresa PRISMA, que controla la tarjeta de crédito Visa Argentina y las terminales de pagos (POS).

PRISMA es propiedad de Visa Internacional y 14 bancos que operan en Argentina y tiene posición dominante en el mercado local de otorgamiento y procesamiento de tarjetas de crédito y débito.

El plan de desinversión, presentado por la empresa en marzo y aprobado por una resolución del Ministerio de la Producción, obliga a los accionistas de PRISMA a deshacerse del 100 por ciento del paquete accionario y no permite que más de un banco que opera en el país vuelva a ser accionista de la empresa.

“La decisión abre el camino para desarmar una posición dominante y aumentar de forma significativa la competencia en el mercado de tarjetas de crédito”, apuntó la cartera que conduce Francisco Cabrera en un comunicado.

La normativa también prohíbe a PRISMA que comercialice otra marca de tarjetas de crédito hasta que otra empresa ingrese al mercado para comercializar Visa y la obliga a prestar sus servicios, sin discriminar, a posibles competidores.

“Así, se rompe la integración vertical entre bancos emisores y empresa adquirente, así como la integración horizontal entre los bancos emisores. Esto permitirá el ingreso de nuevas empresas en el mercado de tarjetas de crédito, con beneficios para comercios, consumidores y para la economía en general”, destacó el Ministerio de la Producción.

Desde marzo, se estableció una reducción de las comisiones máximas que pagan los comercios a PRISMA para operar con tarjetas de crédito. “La mayor competencia y los menores costos en el sistema de pagos significarán una mayor cantidad de comercios adheridos a pagos electrónicos, más consumidores con tarjetas y más transacciones con medios electrónicos. Esto favorece el consumo y el nivel de actividad y tiende a una mayor formalización de la economía”, concluyó el Ministerio de la Producción.

El proceso de desinversión de PRISMA en el mercado de tarjetas de crédito y débito se inició el año pasado, con una investigación publicada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).

El informe recomendó al Banco Central y a la Secretaría de Comercio realizar una serie de medidas para mejorar la competencia en el mercado e iniciar una investigación de oficio por presuntas conductas anti-competitivas.

“Es la primera vez en la historia argentina en que una investigación de la CNDC por presuntas conductas anti-competitivas deriva en una desinversión”, sostuvo Esteban Greco, presidente de la CNDC.