“Happy as Lazzaro”, una película sobre los antagonismos sociales

Presentada en el Festival de Cannes, Happy as Lazzaro es una película que parte de un suceso real ocurrido en Italia durante los `80. Con una fuerte crítica social, el film, disponible en Netflix, trae recuerdos del neorrealismo italiano.

La utilización de una trama con personajes simples, la inclusión de actores no profesionales, la reflexión sobre los cambios en los sentimientos y en las condiciones de vida de una población son solo algunas características frecuentes en el neorrealismo italiano, movimiento cinematográfico de posguerra que se valía de todos los materiales posibles para llegar a una aproximación de la realidad más acabada. 

Ganadora del premio a mejor guión en el Festival de Cannes, Happy as Lazzaro tiene reminiscencias de aquel movimiento. La película se inicia con la historia de una comunidad de campesinos que viven en condiciones paupérrimas y hacinados en una casa humilde en la localidad de Inviolata, Engañados, son esclavos de la marquesa Alfonsina de Luna, una aristócrata que quedó varada allí.  Entre sus trabajadores, se encuentra Lazzaro, un ser angelical con mirada inocente que soporta todo tipo de vejaciones y vive su vida junto a sus compañeros sin cuestionamientos 

 En el último film de la directora Alice Rohrwacher, la crítica social y el valor de lo documental están asociados por la evidente oposición entre la vida de la marquesa y la situación de hacinamiento que vive Lazzaro y su comunidad. La película puede pasar de escenarios repletos de colores vivos y muebles fastuosos a mostrar ambientes pequeños, con poca luz y donde se aglutinan todos los campesinos para señalar las injusticias que rodean a los habitantes de Inviolata. 

Lo social se hunde más en este film al mostrar el maltrato que recibe Lazzaro de la duquesa y su familia. Desde su hijo, un punk con aires de burgués y vanidoso hasta el esposo de la marquesa maltratan al protagonista, este ser angelical que derrocha inocencia y bonhomía en su mirada. Rohrwacher eligió el personaje ideal porque Lazzaro transmite inocencia y amabilidad desde su mirada hasta en sus acciones. Según retratan algunas notas, el actor elegido para interpretar a Lazzaro (Adriano Tardiolo) no actuaba de manera profesional al momento de realizar esta producción. Eso hace que su trabajo en esta película sea más despojada aún. Junto a otras características del film, el hecho de elegir a un actor no profesional supone uno de los tantos homenajes que la directora realiza al neorrealismo italiano. Es habitual ver títulos dentro de la historia del movimiento cinematográfico donde trabajaron actores no profesionales. 

Si la primera parte de Happy as Lazzaro tiene ciertas nociones del neorrealismo italiano y se concentra en la vida cotidiana de estos trabajadores rurales, el film también transita lo fantástico ya que parecería que Lazzaro resucita en un espacio donde sus paisanos ya no viven presos de la tiranía de la marquesa. El escenario rural se traslada a lo urbano donde el protagonista se choca con otra forma de esclavitud; la explotación laboral y la subsistencia en tiempos de capitalismo. Aquí, la aparición de un lobo por el paisaje de Inviolata es un símbolo muy fuerte que introduce la película para marcar aún más el aislamiento en el que viven todos los personajes de esta localidad. Como lobos solitarios, viven en un presente atemporal. 

Aunque el mensaje que transmite Lazzaro –la posibilidad de creer y habitar este mundo sin ningún atisbo de maldad- pueda parecer ingenuo, el mensaje fuertemente político y subyacente de la película es que la explotación azota por igual con estructuras más solapadas que otras y que las clases sociales más desfavorecidas sobreviven como pueden. Con un tono contemplativo, esta historia termina siendo una metáfora de las migraciones europeas y, llevándolo a un plano más actual, a la situación que atraviesan centenares de refugiados al huir de sus países de orígenes. 

El tono seleccionado para contar Happy As Lazzaro sirve también para mostrar la historia de un joven con carencias, en la marginalidad, pero también es la necesidad de resaltar la bondad o la pureza, valores un poco olvidados en la posmodernidad. 

Happy as Lazzaro (Lazzaro Felice) es una de las opciones disponibles en Netflix y resulta un acierto que la plataforma incorpore producciones europeas en su oferta de algoritmos y listas. Algo que debería suceder más seguido.

Happy as Lazzaro (Lazzaro Felice). 

Guión y dirección: Alice Rohrwacher. Elenco: Adriano Tardiolo, Alba Rohrwacher, Sergi López, Natalino Balasso y Nicoletta Braschi, 125` minutos. Disponible en Netflix