Con un texto de catálogo a cargo de Marcelo E. Pacheco y diseño expositivo de Gustavo Vásquez Ocampo, esta exposición busca destacar el rol fundamental que tuvo el pintor de origen italiano en la escena de la modernidad porteña.
“Esta selección de 44 piezas de la vasta producción de Del Prete, tiene el propósito de recuperar a través de las cualidades palpables de sus realizaciones, su innegable rol de innovador. Desde sus pinturas de los ‘20, sujetas a paisajes y personajes de La Boca que vio sus inicios, mostró su inclinación por la modernidad tanto por el recurso al expresionismo, como por la influencia de Cezanne” informan desde la curaduría.
Desde los tempranos años 20 hasta su etapa como artista concreto, en París y en Buenos Aires, demostró su personalidad y capacidad inventiva, creando versiones alternativas de los modelos dominantes, construyendo lenguajes propios y combativos contra lo impuesto tanto desde lo internacional como desde la ortodoxia nacional.
La exposición exhibe con claridad sus aportes en los territorios de la primera renovación moderna criolla, ocurrida alrededor de 1920, con sus paisajes y su serie de los “Chicos”, así como su singular aproximación al arte concreto yendo contra la prolijidad y la mesura de sus manifestaciones europeas y ensayando un concretismo popular con desbordes en texturas, collages, choques de colores y el uso contrapuesto de formas estructuradas y orgánicas.
Del Prete participó en la capital francesa en el famoso grupo Abstraction-Création junto a maestros como Piet Mondrian y Vantongerloo. De regreso al Río de la Plata expuso en Amigos del Arte pinturas y collages concretos en 1933 y al año siguiente una serie de yesos, obras en metal y objetos cotidianos intervenidos dentro de su lectura de un arte concreto proletario.
Desde 1935 se dedicó a alternar ciclos figurativos con ciclos abstractos, siempre en la misma línea de singularidad y lejos de los modelos ortodoxos. A fines de los años 50 ensayó una especial tensión entre el Informalismo y el tachismo franceses y el nuevo expresionismo norteamericano de Jackson Pollock.
Supo reconvertirse en un pintor y escultor contemporáneo y trabajó hasta el año de su muerte en 1987. Es una figura imposible de eludir en las narraciones de la historia del arte argentino del siglo XX.
“Intenta ser este un homenaje a un pionero del arte moderno, en cuya obra pueden entreverse procedimientos y actitudes que aún refractan en las expresiones del arte más contemporáneo” cierra el texto curatorial.
Se podrá visitar la muestra en Roldán Moderno, Juncal 743, hasta el 16 mayo de lunes a viernes de 10 a 19, con entrada gratuita.