Un niño murió en Italia, por las complicaciones derivadas de una otitis, luego de que sus padres se negaran a darle antibióticos y siguieran las indicaciones de un médico homeópata.
Francesco no recibía antibióticos desde los tres años, cuando sus familia tomó como médico de cabecera a Massimiliano Mecozzi, un homeópata que ejercía en la ciudad de Pesaro. Hace 15 días, el niño contrajo una otitis bilateral, para la que Mecozzi recetó unos preparados homeopáticos.
Sin embargo, la fiebre de Francesco aumentó y cuando llegó al Hospital de Urbino, un estudio reveló que el menor ya tenía un daño cerebral severo. El cuadro se complicó aun más, y Francesco entró en coma, pese a una intervención quirúrgica y a una fuerte terapia con antibióticos. Ayer, los médicos señalaron el estado irreversible del niño, a partir de la muerte cerebral.
Pese a los esfuerzos médicos, el niño murió ayer y ahora todas las miradas se posaron sobre el médico y sus padres, que serán investigados por la Justicia. Según trascendió, en otras oportunidades la familia de Francesco había tratado a su hijo con preparados homeopáticos.
El abuelo del niño declaró a la prensa italiana que los padres de Francesco “estaban paralizados del miedo” que les había transmitido el médico que, según trascendió, en el 2000 abandonó el ejercicio de la medicina para integrar la secta católica Roverto ardente, un grupo que advertía sobre la llegada del Apocalipsis. Tras haber trabajado en un supermercado, Mecozzi retomó su antiguo trabajo en medicina el año pasado. Ahora se desconoce su paradero.