El sociólogo, escritor e intelectual Horacio González renunció a la dirección de la filial argentina del Fondo Cultura Económica (FCE), cargo en el cual aún no fue designado un reemplazante por parte de las autoridades mexicanas, confirmaron hoy voceros de la editorial que tiene su casa matriz en Ciudad de México, bajo la dirección de Paco Ignacio Taibo II.
A sus 74 años González continuará prestando asesoramiento editorial al FCE por fuera del cargo en el que había sido propuesto en marzo último con la consigna de preservar el patrimonio clásico y explorar publicaciones populares, informaron desde la filial en la Argentina.
Paco Taibo II, responsable del emblemático sello, visitó el país nueve meses atrás para relanzar la editorial en la Argentina y convertir su icónica librería, ubicada en el bario porteño de Palermo, sobre Costa Rica 4568, en un centro cultural.
González, ex director durante 10 años de la Biblioteca Nacional, generó movimiento en esa librería durante su gestión, adonde comenzaron a realizarse debates contemporáneos, charlas de escritores, talleres de lectura y escritura para niños y jóvenes y cruces, incluso, con otras editoriales; aunque no tuvo la misma suerte al momento de renovar el catálogo que define al sello, que incluye títulos de vigencia local surgidos en México. Si bien hubo algunas reimpresiones a principio de año, cuando el sello cumplió 75 años en Argentina, la casa matriz suspendió la programación y no dio nuevas directivas.
En el relanzamiento, Paco Taibo II había dicho que el proceso de reestructuración en la Argentina se daba a la par del que se desarrollaba en México, centrado en la construcción de “una editorial popular de choque que llegue hasta los más pobres, los que no leen, los que no leían y sobre todo a los que leen y se rascan el bolsillo para poder leer porque no tienen dinero para comprar libros”.
En el 75 aniversario celebrado en julio, cuatro meses más tarde, González junto a Daniel Divinsky, Alberto Díaz y Noé Jitrik entre otros asesores e invitados, alertaba sobre la necesidad de contar con los fondos necesarios que esta editorial, que había formado generaciones de lectores en la Argentina, volviera a producir libros y novedades en el país a partir de un catálogo de dimensiones hispanoamericanas.
(Télam)