Independiente de Avellaneda desperdició esta noche un penal en los pies de Maximiliano Meza, que podría haber sentenciado la serie ante Santos de San Pablo, pero con el empate 0-0 y los tres goles de ventaja que le otorgó Conmebol por la mala inclusión de un rival, avanzó a los Cuartos de Final de la Copa Libertadores.
Ante la falta de seguridad y con incidentes en las tribunas del estadio Pacaembú, el juez chileno Bascuñan suspendió el partido a falta de diez minutos, para dar por cerrado un encuentro que ya arrancó marcado por la polémica.
En el último minuto de la etapa inicial, el arquero Vanderlei se remidió de haberle cometido infracción al chileno Pablo Hernández con la contención sobre Meza, que con el 3-0 a su favor por la mala inclusión de Carlos Sánchez en el conjunto paulista, hubiera certificado la historia para los dirigidos por Ariel Holan.
El “Rojo” podía perder hasta por dos goles de diferencia y así avanzar igualmente a los Cuartos de Final luego de la resolución de la Conmebol conocida este mismo martes, horas antes del partido.
No hubo apenas espacio para el fútbol en este choque entre dos de los clubes con mayor palmarés del continente, aún encendidos tras haberse cruzado en los despachos de Asunción, enfrentados por la impugnación que realizó el Rojo del empate 0-0 de la ida hace una semana en Buenos Aires, por la alineación irregular de Carlos Sánchez por parte del Santos.
Y las imágenes que dejó el encuentro fueron aún más funestas, con un sector violento de la hinchada del peixe enfrentándose a la policía para protestar por una sanción que consideran injusta, y el propio entrenador del Santos, Cuca, implicándose en la pelea ante unos agentes desbordados.
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