La bella actriz con una vasta carrera que incluye tiras como “Guapas” en 2014 (El Trece), personajes memorables en programas como “Verdad consecuencia” y “Vulnerables” por la misma señal o su laureada composición en “Loca” sobre las tablas, sólo por citar algunos, explora en su faceta musical.
Luego de haberse alejado de la actuación por un tiempo, la intérprete regresó al cine en 2014 con un protagónico en “El misterio de la felicidad”, dirigida por Daniel Burman, pero la pasión por la música volvió a ganar protagonismo.
Su versatilidad y sutileza tomarán mañana el escenario del Sony, acompañada por la habitual formación de piano, contrabajo y batería, a cargo de Mariano Agustoni, Ezequiel Dutil y Javier Martínez Vallejos respectivamente, para recorrer standards de blues, soul, bossa, y reversiones de clásicos.
Te dejamos la entrevista que tuvo con TELAM
Télam: ¿Cómo llega a presentarse mañana como solista?
Inés Estévez : Se dio naturalmente, luego de haber realizado 50 shows con el dúo por el país en un año, algo impensado. Javier (Malosetti, su ex pareja) me sugirió que siguiera trabajando sola con la misma banda que nos había acompañado antes. Al principio desestimé la idea pero como el trío, la primera A del jazz, insistió… y el cambio de repertorio también resultó decisivo, ya que aunque sigo con las mixturas, voy saliendo de los standards suaves y románticos que venía haciendo: se van a escuchar souls y blues, pero viro más hacia el swing.
Telam: ¿Cuál es su recorrido con el canto?
Inés: Estudié lírico por un tiempo, pero para subirme al escenario como actriz, pero si me retrotraigo a épocas pasadas, me doy cuenta que el primer premio que gané fue por una comedia musical, “El diluvio que viene” en el ’89; mi primer trabajo en Buenos Aires (Nací en Dolores) fue en ‘Saltimbanquis’, un musical para chicos que permaneció años en cartel; fui la voz de una banda de funk llamada La Fundación Martín en 1991, grabé temas de las bandas sonoras en un par de películas donde trabajé y jingles publicitarios en épocas de hambre y necesidad económica.
Telam: ¿Su amor por la música apareció en la infancia?
Inés: Mi padre laburaba a destajo en un oficina y era muy jazzero, tocaba distintos instrumentos y se juntaba a menudo con su grupo de amigos para cantar, tocar y beber, y yo participaba de esos encuentros, conozco de memoria arreglos de trompeta de Louis Amstrong desde aquellos tiempos, los puedo silbar. Mi madre tiene 87 años y disfruta la ópera, dos de mis hermanos tocan instrumentos, uno fue DJ, estoy atravesada por la música.
Telam: ¿La incursión en lo musical es un homenaje a su papá?
Inés: Claro. Todo lo que estoy haciendo con la música está dedicado a mi viejo, es como un círculo que se cierra alrededor de Carlos Augusto Estévez. Hace poco subí a Tweeter una foto con él, donde los dos aparecíamos cantando, hasta me acuerdo qué tema era, no sabía que iba a ser la última imagen juntos…
Telam: ¿Presentarse sola como cantante genera un vértigo similar al de interpretar un unipersonal?
Inés: No sé, pero cantar sola me da máas miedo porque estoy produciendo todo: tengo el apoyo de Roberto Costa de Pop Art apoyándome, pero desde el repertorio hasta el concepto del video, pasando por los ensayos..estoy encima de todo.
Telam: ¿Qué le aporta la actriz a la cantora?
Inés: Son cuestiones que van por carriles diferentes. Para un actor, el escenario encierra la protección otorgada por la ficción, ya que estás detrás de un personaje, no sos vos; con la música, en cambio, la exposición es tanto más fuerte… Como actor precisás rigor: ponés tu cuerpo, alma y mente a disposición del rol pero, al cantar, la única disciplina férrea y necesaria es la de cuidar la voz. El universo de la música tiene una bohemia, cierta conexión con lo emocional ausente en la actuación, está más relacionado conmigo que el mundo de la disciplina. Ojalá que para el público los dos roles se retroalimenten, quiero que salga bien y podamos disfrutar mientras lo hacemos, es suficiente, después veremos.
Telam: ¿Qué proyectos tiene en materia de actuación?
Inés: Recién empecé con las grabaciones de “El maestro”, el nuevo unitario de Pol-ka que podrá verse en la segunda mitad del año, con Julio Chávez de quien soy la contrafigura, su ex mujer, una bailarina y con Julio tenemos un hijo, una criatura con sus sombras y complejidades, medio umbría, me encanta, no suelo estar en esos roles.