Todavía no hay información oficial, pero las primeras estimaciones indican que el paso de Irma en las islas de Barbuda, San Bartolomé y San Martín ocurrió con extrema violencia, en medio de fuertísimos vientos, inundaciones, lluvias y un oleaje inusitado. El huracán, de categoría cinco, es el más poderoso que se haya registrado en un período de 80 años, y es más peligroso que Andrew que, en el 1992, causó estragos en el Caribe y la península de Florida.
Con viento de hasta 297 kilómetros por hora, una longitud de 200 kilómetros, y una velocicidad de 22 kilómetros por hora, Irma avanza sobre las islas del Caribe. Según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (CNH), en las próximas horas el huracán llegaría con su poder destructivo a República Dominicana y al ya golpeado Haití. Puerto Rico, en tanto, sentirá el poder del huracán, aunque no en su totalidad: Irma lo rozará, lo que no significa que los vientos fuertes causen complicaciones en ese territorio estadounidense. Cuba y Bahamas también se verían afectadas el viernes. Se estima que el fin de semana Irma podría tocar suelo en Florida, en donde ya está declarada la emergencia.
En Antigua y Barbuda, el huracán ya causó estragos, al volar los techos de los casas. Además, mil personas debieron refugiarse en centros dispuestos especialmente para este tipo de fenómenos. Las islas de Anguila, Montserrat, San Kitts, Nevis y las Islas Vírgenes siguen bajo alerta y los vuelos a la región están cancelados.
En Puerto Rico, el gobierno de la isla dispuso 460 refugios para los 3,4 millones de habitantes. En Florida ya hay 30 mil rescatistas listos para actuar y cien helicópteros para auxiliar a la población.
El CNH adivirtió que Irma causará “vientos potencialmente letales, mareas tormentosas y lluvias”. Además, caracterizó al huracán como uno de los más poderosos en los últimos 80 años en el océano Atlántico.
Irma llega tras el paso del devastador Harvey, que arrasó en los estados de Texas y Luisiana, Y que ya causó 47 víctimas fatales, cuando aun no terminaron las tareas de vigilancia en las zonas afectadas.
En las últimas horas también se conoció la formación de una nueva tormenta sobre el Atlántico, con el potencial de convertirse en huracán: se trata de José, cuyos vientos ya alcanzaron los 95 kilómetros por hora. Su centro, ubicado a 2020 kilómetros de las Antillas menores, tenía una velocidad de 20 kilómetros por hora y se movía hacia el oste.