Israel comenzó hoy el período para las elecciones anticipadas que se celebrarán el próximo 9 de abril, luego de sucesivas crisis en la coalición de Gobierno y con su líder, Benjamín Netanyahu, investigado por corrupción.
Con 102 votos a favor (de un total de 120) y dos en contra -que votaron por error dos diputados del partido Likud de Netanyahu, según la Radio Kan- se aprobó ayer la ley que disuelve el vigésimo Parlamento y adelanta formalmente los comicios, informó la agencia de noticias EFE.
Si bien el detonante fue la imposibilidad de aprobar una ley sobre el reclutamiento de los judíos ultraortodoxos para el servicio militar, la coalición de Gobierno ya estaba herida desde que a mediados del pasado noviembre dimitió el entonces ministro de Defensa y líder del partido de ultraderecha Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), Avigdor Lieberman. Su salida dejó a la coalición con el apoyo de 61 de los 120 escaños de la Kneset, una suma muy justa.
En las últimas semanas, se filtró información que aseguraba que la Fiscalía recomendará la acusación de Netanyahu en al menos dos de los tres casos que investiga. El fiscal Shai Nitzan está completando un sumario de 800 páginas en el que Netanyahu sería acusado en los llamados casos 2000 y 4000, que analizan posibles pactos o intercambio de favores a cambio de coberturas favorables en importantes grupos de comunicación.
Pero Netanyahu no se plantea dimitir ni antes ni después de las elecciones aunque sea acusado formalmente, aseguró hoy “Israel Hayom”, diario próximo al mandatario. De acuerdo a la Ley Básica israelí (con rango constitucional), un jefe de Gobierno no estaría obligado a dimitir por el solo hecho de ser acusado y, en algunos casos, tampoco cuando es condenado, salvo por delitos que incurren en “perversión moral” o que el Parlamento (Knéset) pida su dimisión.
Pese a todo, encuestas de intención de voto, publicadas hoy por el diario Israel Hayom, siguen dando una holgada ventaja al partido del primer ministro, el derechista Likud, y apunta a un descalabro de la oposición y hoy segunda formación mayoritaria en el Parlamento, la plataforma de centro-izquierda Unión Sionista (integrada por el Partido Laborista y el centrista Hatnuá).
Con tres meses de campaña electoral por delante, los analistas consideran que Netanyahu habría aceptado un adelanto electoral para salvar su figura política con una legitimadora reelección ante un posible procesamiento judicial.
(Con información de Télam)