El drama adolescente sobrenatural “Jinn”, primera serie de Netflix rodada en árabe y que acaba de estrenarse en la plataforma de streaming, es objeto de las críticas de instituciones oficiales jordanas, que buscan censurarla por utilizar “lenguaje obsceno”.
El fiscal de la capital de la nación asiática, Ahmad al Afif, solicitó formalmente al Departamento de Delitos Cibernéticos del Ministerio del Interior de ese país “censurar la serie que incluye escenas lascivas y palabras que van en contra de las tradiciones de la sociedad jordana”.
En tanto, en redes sociales el principal jurista islámico jordano, el muftí Mohamed al Khalayleh, condenó la serie por representar “una regresión en la ética y los valores que viola las tradiciones jordanas y las enseñanzas islámicas”.
“Jinn” narra la historia de un grupo de adolescentes que ponen su vida en peligro para evitar que una figura espiritual destruya el mundo.En la serie, efectivamente, los jóvenes se intercambian insultos, hay escenas en las que se besan y hablan abiertamente de drogas y alcohol.
Sobre la polémica, los responsables de la división de Oriente Medio y África de Netflix se lamentaron anoche en su cuenta de Twitter por “la ola de bullying actual contra los actores y personal de la serie” y afirmaron que la postura de la ficción había sido “dar valor a la diversidad e integración”.