“Kentukis”, el último libro de la escritora argentina Samanta Schweblin, fue elegido por el diario The New York Times en su versión en español como uno de los diez mejores títulos de ficción de 2018.
La última novela de Samanta Schweblin, radicada hace seis años en Alemania, es una “distopía tecnológica -según el New York Times-, que investiga las relaciones humanas contemporáneas, mediadas por lo tecnológico y marcadas por el voyeurismo y la soledad”
En ella, Schweblin inventa un juego que incluye, de un lado de la computadora, a un peluche con cámaras filmadoras en lugar de ojos, y rueditas en lugar de patas. Del otro lado, un usuario que quiera pasearlo por la casa de un desconocido husmeando todo lo que desee.
“Con ese juguete -apunta el artículo con firma de Jorge Carrión- Schweblin encuentra el híbrido perfecto entre la mascota animal y la red social, para diseccionar problemas que nos atañen a todos. La dimensión perversa de la red, la epidemia global de soledad, la estúpida inercia que nos lleva a ser parte de cualquier tendencia mayoritaria o la deslocalización de la existencia”.
Dentro de los diez mejores títulos de ficción publicados este año se pueden encontrar novedades, reediciones, nuevas traducciones. Completan la nómina “Trilogía de la guerra”, de Agustín Fernández Mallo; “Prestigio” de Rachel Cusk; “Comedia”, Dante Alighieri; “Lo que más me gusta son los monstruos” de Emil Ferris.
Además, forman parte del ranking “Ahora me rindo y eso es todo”, de Álvaro Enrigue; “Lincoln en el bardo”, de George Saunders; “Pelea de gallos” de María Fernanda Ampuero; “Fausto” de Johann Wolfgang von Goethe, ilustrado por Miquel Barceló; y “El mal querer”, de Rosalía.
FICHA TÉCNICA:
Título: “Kentukis”
Autora: Samanta Schweblin
Sinopsis: ¿Qué sucedería si personas de cualquier lugar del planeta pudieran meterse en la vida de otras?.¿A través de qué dispositivo lo harían?.¿Hasta dónde podría llegar la creatividad humana para sacar provecho de esta situación?. Cada uno de los personajes de esta novela encarna el costado más escalofriante de la tecnología.
Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca. Y se está propagando rápidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales. El problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de otra que vive en Sídney. Ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires…
Editorial: Literatura Random House
{Con información de Télam}
